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Whitexican y el sinsentido de hacer memes

Por primera vez, Whitexican da una entrevista. Los memes, la crítica social, el activismo, los momentos que han definido el rumbo y sus planes, son algunos de los temas que tocó con Life and Style.
sáb 07 agosto 2021 12:45 PM
Life and Stye whitexican.jpg

A finales de 2017 apareció en el argot mexicano el término whitexican, una contracción de los anglicismos white y mexican. En una sociedad tan polarizada como la nuestra, el debate no se hizo esperar y esta palabra comenzó a aparecer una y otra vez en las discusiones de todos los días.

Sin ignorar las implicaciones del término, en agosto de 2019 surgió una cuenta de Instagram que tomando este concepto como punto de partida –mediante publicaciones que consisten únicamente en memes tipográficos– brinda a sus seguidores una crítica ácida de lo que su mente creadora define como “la estupidez humana”.

A lo largo de los últimos dos años de existencia, sus memes, planteados en su mayoría como conversaciones entre las Sofis y los Santis que tanto la inspiran, se han vuelto virales con frecuencia y han generado reacciones, conversaciones y debates entre sus defensores y detractores.

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Por primera vez, Whitexican aceptó dar una entrevista a un medio y el elegido ha sido Life and Style. A través de una videollamada, habló sin filtros –al igual que lo hace todos los días en su cuenta– sobre su público, sus planes y el papel actual de los memes, entre muchos otros temas.

¿Cómo surgió la idea de crear Whitexican?
La cuenta nace como un ejercicio de sanidad mental. Antes de crearla llegaba al trabajo a las nueve de la mañana ya encabronada porque había leído o escuchado dos o tres estupideces en el camino o a través de las redes sociales. El nombre surgió un poco por casualidad; lo vi escrito por alguien que se estaba burlando de algún mame del día y me pareció bueno, así que como no estaba registrado lo tomé. Al principio, se llamaba Whitexican Says. Algunas de las inspiraciones fueron las cuentas de overheard, que en algún punto existieron en México y que eran básicamente cuentas de quotes. También sigo varias cuentas gringas de ese estilo y se me hizo cagado crear una para nuestro país. Muchas veces, cuando bromeo con mis cuates, tomamos una situación inicial que nos parece un tanto estúpida. Nos gusta imaginar cuál fue el camino que hizo llegar una conversación a cierto punto. Al final, el término de Whitexican es lo que me ha definido y ha sido el hilo conductor de todo. Para mí, Whitexican es una página de crítica. No sé si decirle intelectual, moral o social. Esta crítica se hace por medio del humor, aunque también es cierto que muchas veces he subido quotes que no han sido dichos por whitexicans. Muchas veces critico a Sofi porque dijo una “whitexicanada”, pero la crítica no tiene que ver con el color de piel, no hay resentimiento detrás de la burla. Mis críticas tienen más que ver con la estupidez que con la raza; no es una crítica racial ni de clase. Por ejemplo, una crítica reciente tenía que ver con los activistas de las redes sociales que relacionan todo con los likes en lugar de simplemente donar el dinero o apoyar una causa con acciones. Incluso consideraría cambiar el nombre de la cuenta si encontrara uno más ad hoc. Sin embargo, al día de hoy no lo he encontrado y ya le he invertido mucho tiempo al actual.

¿Cómo impactó la pandemia el crecimiento de la cuenta?
Cuando publicaba cosas que tenían que ver remotamente con cualquier tema derivado de la pandemia, a la gente le daba risa. Se me hizo increíble que muchas personas escribieran para darme las gracias y decirme que, aunque la estaba pasando de la chingada, el reírse y burlarse de la situación las ayudaba. Esa era la forma de destapar la olla express.

¿Tu intención es que la crítica lleve a una reflexión y esa reflexión a un cambio de actitud? ¿Qué tanto el contenido generado por Whitexican es una forma de activismo?
Me caga el término activismo porque es darte más importancia de la que realmente tienes, pensando que puedes generar un cambio considerable en la sociedad. Ni siquiera Will Smith o Juanpa Zurita pueden generar un cambio relevante en la sociedad. De hecho, si alguien quisiera generar un cambio en la sociedad, probablemente las redes sociales no son la manera de hacerlo. Pero, si de forma anónima, puedo ponerle en frente un espejo a la gente, compartiendo cosas que he escuchado varias veces, lo voy a hacer.

Entonces, publicando eso de manera anónima, sin herir los sentimientos de una persona en especial, pero haciendo que alguien lo vea y diga, ‘Ah, tal vez me veo así de estúpido’, es posible que algo cambie. Si eso no pasa y la publicación se queda en que le dio risa a un chingo de gente y mejoró su día 30 segundos, con eso me quedo también. Al final, mi objetivo principal es que la gente se ría; si eso lleva a una reflexión y puede generar un cambio, está muy padre. El punto de la cuenta no es que haya un resentimiento originando todo, más bien soy yo riéndome de cosas con mis amigos; así empezó y de hecho así es como he seguido llevando la cuenta. Whitexican no es un movimiento para cambiar a México ni nada por el estilo.

¿Cómo ha sido el proceso de creación de comunidad a través de Whitexican?
Es una comunidad muy rara. Whitexican, el personaje, es un tanto mamón. He tenido que bajarle un poco, pues ya me metí en dos o tres problemillas y, ciertamente, hay que tomar en cuenta la retroalimentación de la gente. Por un lado tengo a los que alimentan mi contenido desde el lado de la crítica –respecto a cosas como el falso activismo en las redes, los nuevos trenes del mame, etc.– y por otro lado se ha generado otra dinámica que, para mucha gente, valida el hecho de ser whitexican. Al final, hay que entender cómo funciona la red o el algoritmo. Instagram te muestra contenidos con los que eres extremadamente afín y contenidos con los que estás extremadamente en contra. Eso va a hacer que des like o que comentes, sea algo bueno o malo. Naturalmente vas a tener a la gente a la que tu contenido le gusta mucho y a la gente que está completamente en contra y que criticará mucho.

Life and Style Whitexican 2.jpeg

¿Por qué dices que Eduardo Granja es el padrino de Whitexican?
Dos semanas después de haber creado la cuenta, cuando ya tenía unos 10 o 15 posts, llegué a 50 followers e hice toda una celebración. Ese día decidí mandarle uno de los quotes a Memelas para que viera lo que estaba haciendo. En realidad, nunca había hablado con él. Me metí a una junta y mientras estaba en ella mi celular comenzó a vibrar como loco. No entendía nada, así que lo apagué. Cuando salí, ya tenía 3,000 followers y no sabía por qué. El caso es que Memelas me había reposteado y eso me dejó muchos likes y seguidores. Hacia el final de esa semana ya tenía 10,000 followers.

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¿Cuál ha sido tu estrategia de crecimiento?
Tienes que escoger bien la manera de crecer. Siempre he querido hacer algo relativamente diferente –al final, estoy copiando un modelo gringo y lo estoy tropicalizando–, pero estoy incluyendo un elemento de reflexión. Todos mis stories son más una crítica a la sociedad que únicamente un quote, es decir, hay varias vías de contenido. Si tienes un mercado al que no le gusta pensar y sólo quiere ver cómo Belinda le da un beso a Nodal, no es un mercado que me interese. Realmente hay dos vías para crecer. Una es por posts buenos que le dan al clavo; entonces eso se vuelve algo que mucha gente comenta y mucha gente comparte. Lo que pasa con frecuencia es que pones algo y entonces alguien identifica a su amigo ahí y entonces lo taguea y eso se vuelve una cadena. Ese es mi crecimiento orgánico, por decirlo de cierta manera. El crecimiento inorgánico es por medio de reposts de gente que tiene más followers, pero hay que saber de quién te conviene un repost y de quién no.

¿El éxito de Whitexican reside en el anonimato?
No sé si el éxito, pero si la figura. O sea, podría haber tres, cinco, 27 o una sola administradora de la cuenta y seguiría siendo lo mismo. Todo el punto de la página es mantener el anonimato de ambos lados, tanto de la gente a la que se está criticando como de la gente que lo está haciendo. Si le pones una cara se vuelve algo personal. Yo no quiero eso; no me interesa que haya una crítica de uno a uno, esto es una crítica hacia las tendencias que se están generando. Ese saco le puede quedar a muchas personas.

¿Cómo generas ideas para el contenido de la cuenta?
Me baso en muchas cosas, desde cuentas personales –en las que seguimos a muchos influencers y cosas de ese tipo– hasta un grupo de memeros, llamado “La comunidad del meme”, en el que habemos alrededor de 20 memeros. Hay una red de personas e influencias que nos ayudan a alimentar la cuenta.

¿Siempre tuviste claro que tendrías una cuenta de memes basada en el uso exclusivo de tipografía?
Eso sí fue deliberado. Cuentas como Memelas hay para aventar para arriba. Memelas es el primero que lo hizo y entonces la rompió. Cuando empezó, su diferenciador era que él hacía memes en Instagram. Al ver eso pensé que otra cuenta de memes no aportaría nada nuevo. Entonces, me puse a pensar cuál era la manera de quitar toda la paja para que lo que quedara fuera 100% la creatividad de quien lleva la cuenta. El texto es la manera más pura que se me ocurrió para hacerlo. Si mañana le damos la cuenta a otra persona, la cuenta será otra completamente porque, en primer lugar, no le copiamos memes a nadie, y en segundo lugar, el humor es bastante peculiar, ácido, directo y sarcástico. Tal vez no tengamos cosas demasiado originales si las ves una por una, pero todas juntas nos hacen ser una cuenta original entre comillas. Por lo tanto, esta no es una cuenta que pueda ser replicada mañana. La forma en la que están presentados y escritos los contenidos –al final vivo dentro del mundo de las Sofis y los Santis– es una visión muy personal. Todo mi entourage inspira muchos de los posts; muchas de las influencers a las que critico son amigas. Todos esos insights y todo ese humor y esa forma de presentarlos son lo suficientemente ricos como para no necesitar imágenes que los pueden volver más cheesy. Además, solo trabajar con texto hace que todo sea más limpio, sobrio y fácil de manejar. Sólo necesitamos un celular y punto.

¿Cuál es tu postura respecto a las cuentas que comparten memes y no necesariamente los generan?
Esa misma crítica podría aplicar para mí; alguien podría decir que solo estoy copiando lo que han dicho las personas y creando notas a partir de eso. Yo tengo un hilo conductor, lo sé llevar, posteo constantemente, llevo dos años haciéndolo, he sabido por dónde moverlo... Si quieres, vamos a hablar de Memelas. Al principio él hacía todos sus memes, pero se dio cuenta de que lo que jalaba era publicar memes constantemente. Su ritmo de posteo es irreal –debe estar subiendo entre 15 y 20 memes al día–; si una sola persona hiciera esos memes, básicamente no dormirían. El consejo número uno que me dió Eduardo cuando hablé con él y le dije que quería crecer mi cuenta fue que debía ser consistente con la cantidad de posteos y los horarios. La gente tiene que saber qué vas a postear, cuándo lo vas a postear y de qué manera lo vas a hacer; es así como te vuelves un commodity para ellos. Tal vez Memelas no sea el creativo que hace los memes, pero hay otras 50, 60 o hasta 100 cuentas de personas que crean sus memes y que no son constantes. Memelas es una máquina de memes que está revisando Instagram todo el tiempo, investiga de dónde salen y sabe si van en línea con las políticas de Instagram, con las campañas que tiene, con lo que le gusta a la gente o no… La curaduría, al final, implica tanta o más chamba que la que puede tener alguien que genera memes en Photoshop. Al final, su gran mérito es que trajo a México el esquema del memero.

¿Es Whitexican un buen negocio?
No. No es algo de donde comamos, no es algo que me genere la suficiente cantidad de dinero como para no trabajar.

¿Cuál es, entonces, el futuro de Whitexican?
Solemos ser muy cuadrados con metas muy claras. Tenemos una visión de dos, cinco y diez años en todos los aspectos de la vida, menos con Whitexican. Cuando empecé la cuenta, estaba segura que las ideas se me acabarían en dos semanas; hoy es algo que sigue dando. Así que te planteo todos mis escenarios. El primero es que siga creciendo y vender merchandise cuando se me ocurra alguna buena idea, además de meter anuncios si la campaña vale la pena. El caso de éxito es uno en el que el proyecto se vuelve algo muy chingón y Whitexican se convierte en una agencia; estoy convencido de que muchas estrategias de marketing en México están llevadas con las patas. El resultado son campañas mal hechas y mal enfocadas. Otra vía es que todo esto se vuelva una marca de merchandise cagada. Y la otra vía, del otro lado completamente, es que un día me harte de todo, lo mande a la chingada y siga con mi vida.

¿Está en los memes el futuro del marketing?
Sí, yo creo que sí. Si la cantidad de exigencia que tengo de la gente al día de hoy se tuviera en la mañanera, seríamos otro México completamente. Si los políticos tuvieran una fracción de la congruencia que me piden a mí, estaríamos en otro país, por decirlo así. La gente se toma muy en serio los memes y, tal vez, un meme si tiene una vida muy efímera, pero un mame –que es el conjunto de varios memes que siguen el mismo hilo conductor– no es tan efímero. Hay varios ejemplos, todo lo que tenga que ver con política y con el presidente genera una cantidad irreal de memes. La gente ya no se entera de las cosas por las noticias, ya se entera de las cosas por los memes. Entonces, podemos trasladar este razonamiento al terreno de las noticias. Es probable que un solo artículo no te cambie la visión o no te diga mucho, pero si ves que en todos los medios –en El Reforma, El Financiero, El Economista y El Universal– está saliendo la misma nota, ya sabes que algo está sucediendo. Los memes pueden generar tendencias y estamos hablando de tendencias actuales. La prueba está en que para las campañas políticas usan a memeros.

¿Por qué te animaste a dar una entrevista en este momento y por qué te animaste a hacerlo con Life and Style?
Al final, siento que nuestros discursos están alineados. Whitexican, el personaje, es alguien hablando de lo que hace y lo que no hace. Como en todo, habrá gente a la que no le dé risa y gente a la que sí, pero el target es muy similar. La razón por la que estamos en Instagram y por la que seguimos cuentas es porque las redes sociales, en general, nos hacen tener un sentido de pertenencia. Este fenómeno del que hablo, en el que la gente se siente avalada por Whitexican, es gente que busca un sentido de pertenencia en todas las cosas que este personaje dice o hace. A algunas personas se les hace gracioso; para otras personas, además de ser gracioso, les hace darse cuenta de la discordancia y cambian alguna actitud; y habrá a quien no le guste y simplemente no quiera seguir la cuenta.

De igual manera, creo que las audiencias de Life and Style entienden el “whitexicato”, entienden que hay bolsas de 100,000 pesos, que hay bicicletas de 200,000 y que hay coches que cuestan millones. Al final estamos hablando el mismo lenguaje y estamos en la misma trinchera; que yo me voltee y me burle no quiere decir que yo esté atacando. Whitexican no es una cuenta de resentimiento; es una cuenta de Santis riéndose de Sofis y Sofis riéndose de Santis. A través de Whitexican me río de los sinsentidos.

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