En esta tercera entrega de Voces del Orgullo tenemos como invitados a Ophelia Pastrana, explicatriz, Youtuber y activista, y a David Moncada, sexólogo y fundador de Diádicas Sexología. Las obras que ellos han elegido son un clásico del cine de ciencia ficción de finales de los años 90 y un par de libros que, desde la perspectiva de la psicología, brindan herramientas para quienes están atravesando el proceso de reconocerse como personas de la comunidad LGBTQ+.
Voces del Orgullo (Parte 3)
Ophelia Pastrana , explicatriz, Youtuber y activista
Hay muchas películas que me han marcado, pero si tuviera que elegir solo una sería Matrix. Es una historia que gira en torno al despertar, un tema que las hermanas Wachowski abordaban mucho en sus películas antes de salir del clóset como mujeres trans.
Este filme retrata un despertar a un mundo en el que hay mucho más de lo que piensas, algo que asocié mucho al querer descubrirme. Eso ocurrió en un momento en el que comenzaba a tener sentires LGBT, pues la película me la presentó un amigo que después me ayudó a abrir mi mente en estos temas. Si bien no tiene nada que ver con el mundo LGBTQ+ –y si hubiera alguna referencia a él en la película, está enclosetada–, yo creo que todo el mundo tiene esta sensación de que cuando sale del clóset tu mundo se vuelve cien veces más grande. Eso es lo que pasa en la película.
Cuando la vi estaba en la prepa, en mi último año, y en ese entonces el internet no era lo que es ahora. De hecho, en aquel momento yo vivía en Colombia, así que era todavía más limitado. Mi amigo consiguió descargar unos 30 minutos de la película, lo cual le llevó una semana, y la vimos en su compu. Aún no llegaba a los cines de Colombia, pero en Estados Unidos ya se había estrenado. La sensación que nos quedó era que queríamos saber más.
Me impactó la idea de que creemos que vemos las cosas, pero luego nos damos cuenta de que solo vemos un trozo de la realidad. Muchas más cosas pueden estar pasando tras bambalinas y eso marcó la manera en que me enfrento a la información en general. Podemos creer que estamos viendo todo de una persona, de nuestros amigos o de nuestro entorno laboral y, en realidad, solo estamos viendo un fragmento. Nunca podremos verlo todo y tenemos que operar con datos imparciales. Eso quiere decir que debemos mantener una mentalidad abierta y a considerar muchas más cosas de las obvias. Eso ayuda a que lo que no podemos observar ni controlar no nos dominen; la realidad es mucho más espectacular de lo que percibimos. La reacción natural de muchas personas es tener miedo y lo que me parece increíble de la película es la invitación a abrir nuestra mente y permitir la locura, aunque no sepamos que ha. La idea de que hay realidades más grandes que nosotros me parece maravillosa.
Al inicio de la película se muestra una fiesta y se ve al protagonista, quien tiene algunos negocios raros, dormido delante de su computadora y escuchado la voz de alguien diciéndole que despierte. Es la historia de una persona que, si bien forma parte de la Matrix, también vive en un cubo dentro de un cubo, que pasa de fiestas al cubículo de una oficina. Hay gente que no solo vive en una jaula, sino que dentro de esa jaula viven en otra jaula todavía más chiquita. Eso es un reflejo de cómo vivimos según las expectativas y normas de la sociedad y eso lo tengo muy pendiente; es algo que me hace pensar que hay gente que quiere salir de esa jaula y ni siquiera es capaz de salir de la jaula más chiquita. Recuerdo que eso me causó mucho shock. La gente se jura libre porque lleva su jaula a todos lados.
David Moncada , sexólogo
Dos libros que me han impactado recientemente. El primero se llama Quiérete mucho, maricón: Manual de éxito psicoemocional para hombres homosexuales, publicado por Gabriel J. Martin en 2017. El segundo, Salir del clóset, todo lo que hay que saber de Jaime Parada y Raffaella di Girolamo, publicado en 2018. Yo los consulté a partir de que fui invitado a cofacilitar una serie de talleres de acompañamiento psicoeducativo para hombres no heterosexuales que no habían salido del clóset. Fueron mi marco teórico, referencial y conceptual.
Me marcaron profundamente porque me permitieron ponerle nombre a procesos personales a los que en ese momento no les había puesto nombre. Hice consciente mi proceso de salida del clóset que, dadas mis circunstancias, fue bastante doloroso y forzado por mi mamá. Sentí que fui empujado al ruedo sin información previa y sin saber si quienes me estaban sacando del clóset me ofrecerían un acompañamiento empático, comprensivo, compasivo y amoroso. Eso me hizo crear una barrera y no darles acceso a mi universo personal.
Navegar estas lecturas me hizo darme cuenta de lo importante que es mirar las necesidades personales e ir más allá y mirar las necesidades de las y los otros para poder crear relaciones mucho más empáticas. Al día de hoy no me he sentado con mi mamá a dialogar de esto, pero estos libros me han ayudado a entender que el clóset es un espacio que puede ser de protección y de seguridad, y que salir de él puede tener muchos beneficios porque la clandestinidad nos hace muy vulnerables.