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Cómo no dejarse vencer por el miedo y la ansiedad en estos tiempos

Mario Guerra, terapeuta y autor de libros sobre relaciones interpersonales, nos comparte sus consejos para enfrentarnos en familia al distanciamiento social.
lun 13 abril 2020 03:34 PM
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Cómo controlar el miedo y la ansiedad durante la pandemia de Covid-19

Desde que se confirmó el primer caso de contagio de Covid-19 en México en febrero pasado, nos hemos visto envueltos en situaciones propias de una película de ciencia ficción. Casi dos meses más tarde, es posible que para muchos las preguntas aún sean más que las respuestas. ¿Hasta cuándo tendremos que permanecer en casa? ¿Cuándo volveremos a nuestra rutina y qué tan seguro será hacerlo? ¿Cómo será el mundo cuando regresemos a la “normalidad”?

Además de esas cuestiones que se pueden considerar de tipo práctico, están aquellas relacionadas con el impacto personal y psicológico. ¿Es normal la ansiedad, la angustia o el miedo que siento? ¿Cómo puedo mantener mi salud mental? ¿De qué manera puedo conservar la armonía con las personas con quienes comparto mi espacio?

En busca de una visión experta, recurrimos a Mario Guerra , terapeuta y autor de libros como Del otro lado del miedo y No te compliques . “Ante circunstancias anormales es normal tener reacciones anormales”, dice desde el principio y hace hincapié en que no debemos ser tan duros con nosotros mismos.

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La situación nos afecta a todos en mayor o menor medida, y el confinamiento por sí mismo puede ser una fuente de ansiedad. A esto hay que añadirle la posibilidad de que la convivencia excesiva con las personas que nos rodean cause fricciones y las preocupaciones relacionadas con el contagio, el impacto económico personal y colectivo, y la estabilidad laboral.

Aunque algunos dicen que no deberíamos pensar demasiado en esto, para muchos resulta imposible. “Lo primero que hay que hacer es reconocer lo que se siente. Es normal tener miedo en estas circunstancias. A nosotros pueden llegar desde pensamientos hiperoptimistas –como “no va a pasar nada”– hasta los más catastrofistas –como “el mundo se va a acabar”–, y eso también es normal”, asegura Guerra.

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Estos son momentos para la consideración y el respeto

El secreto, explica, es no alimentar los sentimientos de miedo o ansiedad, y pensar en ellos como si fueran personas es una manera de darnos cuenta de que muchas veces son ellos quienes nos están hablando y haciendo actuar: “El miedo racional es útil, gracias a él nos cuidamos, nos lavamos las manos y mantenemos la distancia. Si no sintiéramos miedo estaríamos en la calle sin lavarnos las manos y dándonos abrazos y besos. Lo que no debemos hacer es alimentarlo para que se vuelva ansiedad o terror".

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Para que el miedo no se imponga ni nos paralice, Guerra destaca la importancia de tener una rutina y una actitud proactiva: “Si el miedo nos encuentra con una rutina establecida y limitando nuestra exposición a información catastrofista –es decir, haciéndonos cargo de nuestra vida–, se quedará presente, pero no se apoderará de nosotros”.

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Guerra también ve en esta situación una oportunidad de descubrir fortalezas. “A veces nos preocupan cosas superficiales y, a pesar de que aún no lo vemos, esta generación pasará a la historia por sobrevivir a esta pandemia global. En cierto modo, esto reafirmará nuestra capacidad para enfrentarnos a situaciones adversas y superarlas”, sostiene.

Otra arista interesante es que podríamos entrar en contacto con nuestra condición humana y descubrir ciertos aspectos “oscuros”, como nuestra impulsividad, o algunos rasgos reactivos o agresivos. Si eso ocurre, “una clave importante es entender que el enemigo no es mi pareja, mis hijos o mis padres, sino un virus al que podemos enfrentarnos desde nuestra trinchera”, opina el especialista.

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Esto lleva al tema de la convivencia familiar y el impacto que el distanciamiento social puede tener en nuestros hogares. Guerra apela a la moderación y el respeto: “Habría que negociar los espacios y no abusar de su uso, ser considerados con lo demás. No podemos esperar que todo sea a nuestra manera. Debe haber momentos de convivencia, pero también espacios de soledad y privacidad”, explica.

¿Su mejor consejo? “Es normal que haya fricciones y también es normal que ya se tenga un historial de conflictos desde antes de la pandemia. Lo que sugiero en estos casos es hacer una tregua, evitando tratar temas espinosos. Ya habrá tiempo, cuando todo esto pase, de ver aciertos y desaciertos, de hacer reclamos y reparaciones. En lo posible se debe evitar tocar esos temas en estos momentos. Algunas cosas se deben dejar pasar y otras se deben posponer”, concluye.

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