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Amor en tiempos de coronavirus o el arte de 'salir' sin salir

Cuatro personas nos cuentan qué hacen, en cuestión de citas, para que sus ligues pre-covid no queden en el olvido.
mar 31 marzo 2020 06:00 AM
Amor en tiempos  de coronavirus: el arte de salir sin salir

El coronavirus nos ha obligado a replantear la vida diaria: nuestras rutinas de trabajo, cómo invertimos el tiempo libre, nuestros hábitos alimenticios… hasta la ropa que usamos día a día. Y aunque no ha sido una tarea fácil, hay cosas en las que es relativamente sencillo ceder o poner en pausa. Podemos, por ejemplo, dejar de salir a restaurantes y cocinar más en casa, acostumbrarnos a trabajar en la mesa del comedor, e incluso a reemplazar las noches de fiesta por veladas frente a una computadora con un par de cervezas y las voces de amigos entrecortadas por una conexión a Internet insuficiente.

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Sin embargo, hay un aspecto más difícil de adaptar: las relaciones amorosas. Si tienes una relación bien cocida o término medio, existe la probabilidad de que tengan el arte del amor a distancia dominado o que incluso pasen juntos la cuarentena. Pero, ¿qué hacer si apenas estaban empezando? ¿Cómo le demuestras a esa persona tu interés en tiempos tan extraños? ¿Acaso es mejor tirar la toalla? Claro que no. Cuatro personas que están enfrentando una situación así, con buenos resultados, nos explican cómo han logrado mantener sus relaciones a flote pese al Covid-19.

El amor de lejos es agravado por la pandemia para muchas parejas

Cena bajo las estrellas

Julián*, un desarrollador de software de 35 años, encontró en las clases de cocina el secreto para estar muy presente en la vida de su interés amoroso: “Estoy empezando a salir –¿realmente se puede usar esa expresión en esta época?– con Ana*, una chica que me gusta desde hace muchísimo. Puedo sonar muy loser o infantil, pero me niego a que las cosas no funcionen por una circunstancia ajena”.

Esta frustración lo llevó a buscar formas de estar en contacto con ella, más allá de WhatsApp. Al descubrir que Ana estaba agobiada por tener que cocinar en su casa, decidió aprovechar la situación: “La verdad es que no sé cocinar mucho, pero fingí que sí y me ofrecí a enseñarle a preparar unas cuantas recetas”.

Ya han cocinado juntos un par de veces. Misión cumplida para Julián. Sin embargo, Ana decidió escalar las cosas: “Ella vive sola, así que ‘me ofrecí’, como si me costara trabajo, a que cenáramos en video. Ambos tenemos terraza y la segunda vez que cocinamos, me pidió que cenara en la mía. Ella hizo lo mismo e inauguramos nuestras cenas bajo las estrellas”.

Tip de Julián: “Jamás se me hubiera ocurrido hacer algo tan cursi, así que no puedo evitar sentirme muy bestia al no haber pensado en la experiencia completa. Honestamente, a mí me hubiera bastado con cenar en mi sala, pero esto me hizo ver que para algunas mujeres, la experiencia completa es importante, el detalle. Si alguien quiere seguir mi consejo, échenle ganas al setting de la cena, aunque sea a distancia”.

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Fiesta de Netflix

“Yo soy arquitecto y estoy saliendo con una actriz. Casi todos los proyectos de nuestras respectivas carreras están on hold, así que tenemos mucho tiempo libre que ambos usamos en nuestro hobby: ver películas”, dice Pedro*, de 30 años.

Gracias a la extensión Netflix Party , de Google Chrome, que permite a un grupo de personas hacer una transmisión sincronizada de cualquier contenido de esa plataforma de contenido, pueden ver películas juntos. “Por su profesión, Laura* casi siempre escoge lo que vemos, siempre hay alguna película que 'no puede creer que yo no haya visto'. La verdad es que algunas me han dado flojera, pero a la vez ha sido interesante, pues al comentar lo que vemos, aprendo mucho sobre ella y su forma de ver la vida”.

Tip de Pedro: “El otro día me mandó unas cervezas para acompañar la película y me pareció un gran detalle. Obviamente, ya tengo planeado un envío de mi parte”.

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Noche de fiesta

Diego* es un bartender de 31 años y, a diferencia de los demás hombres consultados por Life and Style, no tenía una relación antes de la cuarentena, sino que curiosamente la desarrolló a partir de ésta. "Hace mucho tuve un breve romance con una mujer, pero no pasó a más... hasta ahora, que por el aburrimiento del encierro, comenzamos a platicar por FaceTime y me di cuenta de que Elsa* me gusta más de lo que pensaba", cuenta Diego.

Ese acercamiento desembocó en conversaciones interminables que debían acompañarse con un buen trago. "Ella es muy melómana y a los dos nos encanta la fiesta, así que, en este breve tiempo, ya se ha vuelto una tradición nuestra hacer ciberfiestas para dos".

Son la pareja perfecta, pues Elsa pone la música y Diego, la coctelería. "No vivimos en el mismo país, así que no puedo mandarle lo que mi bar está haciendo. Pero mis amigos de bares en México me han ayudado a mandarle tragos, que yo replico en mi casa".

Tip de Diego: "Hacer una fiesta en línea es muy fácil; literal, sólo necesitas conexión. Sin embargo, quisiera alentarlos a perderle el miedo a iniciar cosas en esta época. He descubierto que este encierro provoca que cada conversación se vuelva mucho más personal, y eso hace que conocer realmente a alguien sea más fácil. Yo empecé a platicar con esta chica por ocio y ahora siento que ir a visitarla es uno de mis planes más inmediatos para cuando acabe este periodo".

La clave está en los detalles

Daniel*, un bailarín de 28 años, se enfrenta a una situación que quiza sea más difícil que la del resto de los entrevistados. “Mi ligue, Pepe*, es doctor, así que esto me cayó en el peor momento porque voy bien, pero aún no tengo esa relación asegurada y sí quiero que suceda. Hablamos por Skype en las noches. Pepe dice que eso le ayuda a desestresarse. Sin embargo, estos días todos skypean con todos, así que pensé que no estaría mal tener más atenciones con él, sobre todo al estar en un trabajo como el suyo”, afirma.

Para alegrarle el día a Pepe, Daniel con frecuencia le manda cafés y tentempiés a través de alguna app de comida, e incluso ha ordenado pizzas para todo el equipo del doctor. “Son puntos extra para mí porque no sólo quedo bien con él, sino que ahora todos sus compañeros me aman”.

Tip de Daniel: “Para todos los que salimos con gente que se dedica a cosas tan delicadas como el cuidado de salud, es muy importante tener paciencia en estos momentos. Saber que la otra persona no va a tener mucho tiempo para ti –porque, recuerda, este capítulo de la historia no se trata de ti– es una clave para no perder la cordura. Sin embargo, a menos que recibas señales de desinterés, continúa con los detalles. Ahora más que nunca, la gente necesita sentirse especial”.

*Por cuestiones de privacidad, cambiamos los nombres de todos los entrevistados.

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