La compra obsesiva de papel de baño es uno de los temas más desconcertantes, y sí, extrañamente cómicos, que ha suscitado la pandemia de covid-19. Sin embargo, aunque el papel de baño sea elemento clave al lidiar con la función más desagradable del cuerpo humano, todos tenemos muy clara una cosa: el papel de baño jamás será un elemento que nos salve en un caso de vida o muerte. ¿Entonces? La culpa la tiene nuestro cerebro y su extraño condicionamiento.
"Al hacer esta compra, la gente no está pensando en el virus en sí, sino aferrarse a una comodidad primermundista, como lo es el papel de baño", dice la psicóloga Tamara Keller, especialista en comportamiento grupal e individual. "Entonces, la situación toma un rumbo alarmante. Digamos que al inicio, los primeros compradores, lo hicieron por su propia comodidad. Sin embargo, los demás miramos el fenómeno cuando vamos al súper o en fotos en redes sociales, y aunque nos reímos, el temor toma un nuevo rumbo: ahora reaccionamos al miedo de lo que pueda pasar si todo el mundo entra en pánico y se acaba el papel de baño. Entonces, el ciclo sólo se alimenta a si mismo. Eso es lo preocupante".
A esto hay que sumar que el cerebro humano está programado para protegerse de amenazas y buscar seguridad, y esto se intensifica cuando el peligro es nuevo y parece estar fuera de control, pues nadie sabe cuánto va a durar la situación, pero todos queremos estar preparados. "No quiero decir que el virus no sea peligroso ni que deba tomarse a la ligera, pero también es cierto que estamos exagerando el verdadero riesgo de morir a causa de él. Si lo vemos de una manera lógica, mucha más gente muere por accidentes automovilísticos, y a pesar de eso no entramos en pánico cada vez que usamos el coche", comentó la especialista.
¿Entonces cuánto papel compro?
El sitio web Omnicalculator, especialista en toda clase de calculadoras publicó una herramienta que te ayudará a hacer un cálculo prudente (¿o en verdad planeas ir al súper cada tres meses?):