3. Costa Esmeralda Veracruz
Distancia: 340-350 km. Este es otro secreto que guarda Veracruz, pues no es de sus playas más conocidas y, sin embargo, es de una belleza que te sorprenderá. La Costa Esmeralda abarca más de 20 kilómetros de arenas de tonos tostados y, lo más espectacular, de aguas de un intenso tono verde: de ahí su nombre.
Cuenta con pequeños hoteles boutique y con desarrollos hoteleros un poco más grandes. Pero lo atractivo de este lugar es la lentitud con la que pasa el tiempo por lo apacible del oleaje de su mar y la tranquilidad de sus habitantes.
Su clima es cálido, la brisa marina inunda las playas y ahí podrás disfrutar de una gastronomía de ingredientes fresquísimos.Si estás buscando descansar, nadar mucho, estar tirado viendo el atardecer desde una hamaca acompañado de un coco frío o de los famosos “toritos” veracruzanos, escuchar el sonido de las aves marinas, este es el lugar.
4. Chacahua, Oaxaca
Distancia: 400–410 km. Sin duda uno de los lugares más mágicos de nuestra República. El trayecto es de casi seis horas y tendrás que tomar una lancha para llegar a esta paradisiaca playa que, sin duda, recuerda a la de la película “La Playa” de Dany Boyle.
Pero además, tal vez hayas oído hablar de la magia que ocurre en las noches sin luna: el fenómeno de bioluminiscencia. Este fenómeno se da por una especie de placton que hace que de noche el agua brille y se observa cuando pega en los manglares, en la playa o cuando juegas con la arena.
Otro de sus encantos es que puedes acampar en tu casa de campaña o quedarte en pequeñas y románticas cabañas y comer en alguno de sus restaurantitos que usualmente pertenecen las esposas de los pescadores locales. Y si no, puedes prender tu propia fogata y hacer un pescado directo a las brasas que tú mismo hayas pescado.