Olvídate del estrés y lánzate a San Miguel Allende
Esta tarde de viernes empezó mejor que muchas otras: fue el principio de un road trip a San Miguel. En compañía de tres amigos, dejamos la ciudad atrás a bordo de un Audi Q7, inmediatamente inspirándonos con una playlist de carretera en su sistema de sonido Bose 3D. Tras poco más de tres horas, llegamos a hacer check-in al Hotel Matilda , que nos encanta por su diseño moderno y la privacidad que ofrece. Nos hicimos una nota mental de no irnos sin probar el tamal de elotito tierno en Moxi, el restaurante que Enrique Olvera instaló en este hotel y sin pasar por el spa.
Cortesía Hotel Matilda
Después de desempacar, caminamos al hotel Rosewood , y en Luna Rooftop Tapas, su bar al aire libre, declaramos el viaje por comenzado. Su terraza tiene una vista inmejorable: mientras veíamos cómo se iba iluminando el pueblo y la parroquia de San Miguel dominaba el panorama, pedimos unos taquitos de langosta y unos drinks. El gin and tonic con romero, moras y anís fue el ganador de la noche.
Cortesía Hotel Rosewood
A la mañana siguente, después de desayunar en el hotel, tomamos de nuevo el Audi –en modo eficiente, para ahorrar gasolina– hacia la Fábrica La Aurora . Lo que alguna vez fue una fábrica de tejidos es hoy un increíble centro de arte y diseño, donde pasamos horas entre sus pasillos explorando sus tiendas de muebles y decoración, galerías de artistas contemporáneos, y boutiques de textiles, antigüedades y joyería.
Cortesía Fábrica La Aurora
De regreso nos perdimos un poco, pero con la ayuda del sistema de navegación MMI Navigation Plus llegamos al hotel a dejar el coche –muy necesariamente, pues nuestra siguiente era la sede del tequila Casa Dragones . Aunque se elabora con agave de Tequila, Jalisco, el corazón de esta bebida está bien plantado en San Miguel. Recorrimos la casa, que data del siglo XVIII, y después nos sentamos en su barra para conocer el proceso de elaboración y, por supuesto, tomarnos un par de tequilas.
Cortesía Casa Dragones
Así, quedamos más que listos para coronar la noche en Áperi , el restaurante del hotel Dos Casas. Aquí, el chef Matteo Salas hace del producto mexicano el protagonista principal. Probamos un fresquísimo rollo de láminas de aguacate con pescado y granizado de cítricos, un lechón al pastor con puré de piña asada y, para el gran final: el chocolate 70 por ciento en texturas.
Foto: Alexandra Farías
A la mañana siguiente, sorprendentemente, amanecimos con hambre. Nuestro destino fue Cumpanio , donde nos recibió un irresistible olor a mantequilla. Después de un desfile de pan dulce, chilaquiles, waffles y Croque Madame, nos sentimos listos para regresar a la ciudad.
Foto: Karla Farjeat
Aprovechando el poco tráfico, el conductor manejó el Q7 en modo dinámico, mientras que los demás aprovechamos la comodidad de los asientos y la sobrecarga de carbohidratos del desayuno para dormirnos hasta que entramos de regreso a casa.