Razones por las que hacer un road trip en la Toscana
Este es uno de esos viajes que sólo con decirlo se antojan. Inmediatamente te imaginas lo que implica: carreteras con paisajes increíbles, paradas en pueblitos medievales, y obviamente, comida impresionante y mucho, mucho vino. Y sí. Todo es absolutamente cierto.
Pero por si necesitas más razones para convencerte, aquí hay cuatro muy contundentes por las que tienes que comenzar a planear ahora este viaje.
1. Porque Florencia nunca deja de impresionar
Para muchos, la reina de la Toscana: aquí está la espectacular Catedral de Santa María del Fiore (mejor conocida como il Duomo), cubierta con mármol rojo, blanco y verde; el Palazzo Pitti, la casa de una de las colecciones de arte más importantes de Italia; la Piazza della Signoria, y una oferta excelente de shopping.
Y después del exhaustivo recorrido, el mejor final al día es un Campari con soda en el clásico Caffè Gilli en la Piazza della Repubblica.
Y por cierto, a sólo una hora está Siena, que con sus callejoncitos empedrados, su Piazza del Campo (donde se celebra el Palio todos los años) y su no menos espectacular Duomo, vale muchísimo la pena.
2. Porque la mejor comida puede estar en los lugares menos esperados
Muchos de los pueblos de la región son muy tradicionales y estrictos con sus horarios para servir: si llegas después de las 2pm, qué pena, nadie te va a dar de comer.
La buena noticia es que a veces esas desgracias te llevan a lugares mucho mejores que los originalmente planeados. Dos descubrimientos en nuestro caso: La Bettola del Grillo 2 en San Gimignano, donde las vistas son increíbles y el penne al pesto, mejor; y el pequeñísimo Buca di Enea , donde nos recibieron con una tabla gigante de quesos y carnes frías que nos hizo olvidar el cansancio y el hambre en dos minutos.
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3. Porque San Marino es un secreto bien guardado
Rodeado por territorio italiano, es el estado soberano más antiguo del mundo y presume el elegante nombre de Serenísima República de San Marino.
El camino para llegar es de esos que te hace cuestionarte cómo vivía el ser humano antes de contar con GPS, con poca señalización y millones de curvas pero lo suficientemente bonito para ser disfrutable. El Monte Titano es donde se encuentra el Centro Histórico; ahí puedes conocer construcciones medievales como el castillo Cesta y la Torre Guaita, y aprovechar un poco de tiempo para compras, especialmente si buscas lentes, joyas, relojes o lociones.
4. Porque vale la pena caer en algunos clichés
A nadie le gusta parecer turista, pero, al final del día lo eres y estás en uno de los países más bonitos del planeta (al menos, en la humilde opinión de esta escritora).
Así que deja atrás el ego y ponle palomita a todas esas cosas que tal vez te parezcan un estereotipo: cómete un gelato diferente cada día, pide vino con todas las comidas, reserva con anticipación para ver el David en la Academia, tómate una foto en el Ponte Vecchio (eso sí, los italianos o los otros turistas felices de la vida te la van a tomar. ¡Deja el absurdo selfie stick en tu casa, por Dios!).
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