Lujo francés en el Caribe

Con su ubicación privilegiada en la reserva de Grand Cul-de-Sac,

  es en sí mismo uno de los refugios más privados de St. Barths, pero la exclusividad llega a su máxima expresión en sus tres villas privadas. Con la inconfundible mano del diseñador parisino Christian Liaigre, cada rincón de las amplias casas –de 650 metros cuadrados de extensión– balancea lujo y simplicidad, reflejando a la perfección el espíritu relajadamente chic de la isla.

Cada momento de tus vacaciones está pensado para que no tengas que preocuparte: el desayuno a la carta está incluido, tienes un mayordomo dispuesto a atender todas tus necesidades, tu cocina está equipada con artículos Le Creuset, y cuentas con kits de playa y sombrillas para cuando decidas salir de tu escondite, pues, por tentador que parezca quedarte refugiado en la villa, hay mucho por disfrutar tanto en el hotel –como su alberca, además de poder practicar paddle board y kite surf– como en la isla. Con esto en mente, tu renta significa que tendrás a la mano las llaves de un Mini Cooper o una Jeep Wrangler. Pero claro que no te culpamos si sólo quieres pasar las tardes en la terraza viendo al mar. Estás en tu casa.

Publicado en el número de agosto de

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