Belfast, la pequeña isla esmeralda
Después de varios años de luchas entre católicos y protestantes, Belfast es un lugar reinventado, casi irreconocible. El centro cultural de la ciudad es una zona abarrotada de calles empedradas, restaurantes y pubs donde encuentras especialidades locales como el champ (puré de papa con cebollines), cocido irlandés y deliciosos panes artesanales.
Por la noche, en el barrio de la catedral, todo se vierte en las calles: la cerveza; el sonido de jazz en vivo y la juerga. En el día es obligado visitar el Museo del Ulster, la Universidad Queen de Belfast, el Jardín Botánico y la cúpula de cristal del centro comercial Victoria Square.
Para los amantes del libro un lugar esencial es Linen Hall Library, fundada en 1788. En sus estantes de madera se encuentran obras de George Bernard Shaw y WB Yeats, como un pequeño recordatorio de la riqueza y extraordinaria literatura con la que cuenta esta isla, medio despoblada, en el confín de Europa, y ha obsequiado al mundo.
Con el fin de que puedas disfrutar al máximo de Belfast, te decimos 8 atracciones que no puedes dejar pasar.
1. Aquí se construyó el buque más famoso del mundo
Titanic Belfast es una de las más recientes atracciones. Un edificio de seis pisos donde en las primeras salas explican cómo era la ciudad y la vida de los obreros que construyeron el barco en esa época. Estar en el Pump House es una experiencia emocionante. La inmensidad del barco, construido en condiciones tan distintas a las nuestras, e imaginarse el momento en el que zarpó es impresionante.
2. Otra perspectiva de Belfast
Una de las colecciones de murales callejeros más importantes del mundo está aquí. Según el autor norirlandés Bill Rolstom: “Los artistas dicen que no es arte, los políticos no los apoyan y los científicos y periodistas los eluden”. Sin embargo, es muy difícil esquivarlo,s basta transitar por los barrios periféricos. Las calles más famosas son Falls Road (católica) y Shankill Road (protestante). Nosotros visitamos los murales en el tradicional “taxi negro”, taxis que se dedican a hacer la ruta por los murales al mismo tiempo que el taxista hace de guía.
3. La fábrica de cerveza Hilden
Una de las visitas más recomendables. Aquí descubrimos la magia de la elaboración de distintos tipos de cerveza así como del antiguo oficio del maestro cervecero. Owen Scullion, director e hijo de los fundadores, nos contó que las Hilden Beers son elaboradas con malta y lúpulo de primera calidad y están libre de aditivos artificiales y conservantes. La gama de cerveza embotellada comprende cinco tipos. Nuestra recomendación: Hilden Headless Dog de color ámbar brillante, suave al principio con un ligero toque de la malta Munich.
4. No sólo de cerveza viven los irlandeses
También son grandes productores de sidra, uno de los condados en donde más abunda es Armagh. A diferencia de la producida en el norte de España, se seleccionan diversos tipos de manzanas y se embotella en recipientes individuales. Nuestras recomendaciones: Mac Ivors Traditional Dry y Maddens Mellow de Armagh Cider.
5. Para los amantes del buen comer
Bares de platos marineros como el Mourne, restaurantes urbanos contemporáneos estilo Deanes Deli Bistro o pubs en entornos naturales garantizan la calidad y autenticidad de los productos locales que en Irlanda del Norte degustarás: el ganado de Sperrins del que se obtiene una carne marmoleada deliciosa. Truchas, arenques y anguilas de Lough Neagh y ni que decir de la riqueza de la costa que ofrece langostas, salmones, mariscos y algas.
6. The Crown Liquor Saloon
A unos cuantos pasos del emblemático y muy bombardeado Hotel Europa se encuentra esta joya de la corona; su maravilloso interior de paneles de madera con cabinas íntimas a espacios suficientemente grandes para albergar a diez personas posibilita tomarse una pinta de cerveza lejos de la mirada de los otros. The Crown Liquor Saloon se especializa en platos tradicionales de pub. El ambiente es acogedor y amable. Para diversión con el encanto de antaño, no hay mejor lugar.
7. El corazón el mercado de St. Georg
Para tener una idea de la abundancia natural del país hay que visitar el mercado de St. Georges, ubicado en un edificio de estilo victoriano que data de 1896. Los viernes son de plaza, alrededor de 248 puestos ofrecen una amplia gama de productos comestibles, hay más de 23 puestos de pescado. Los sábados, además de víveres, se pueden disfrutar de los sabores y los olores traídos por los productores locales. Los domingos, además de alimentos frescos y comida, se puede encontrar artesanía y antigüedades.
8. La naturaleza muestra su poderío
A sólo dos millas de Bushmills Destillery está Giant ́s Causeway, uno de los lugares donde la respiración se altera; la magnificencia de estas formaciones rocosas, los acantilados cubiertos de hierba, las olas rompiendo y la vitalidad del viento nos acompañaron mientras saltamos de roca en roca en un día soleado donde logramos ver Escocia a la distancia. ¿Una misteriosa creación volcánica o la obra del gigante Finn McCool?