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Un rinoceronte verde llegó a la Ciudad de México

Tras 2 años y medio en CDMX, el célebre panadero Richard Hart abrió Green Rhino, su nuevo concepto que combina delicias dulces y saladas inspiradas en la cultura local y en su maestría artesanal.
dom 26 octubre 2025 09:00 AM
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Green Rhino en la Roma es el nuevo hot spot para los amantes del mejor pan. (Foto: Fernanda Pacheco para Life and Style)

El día de la apertura de Green Rhino, la primera panadería abierta por el inglés Richard Hart lejos de Europa, las filas de gente ansiosa por probar sus creaciones daban la vuelta a la esquina de las calles de Tonalá y Guanajuato, en la colonia Roma de la Ciudad de México.

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El espacio interior fue diseñado para que los clientes puedan ver al equipo amasar, hornear, rellenar y decorar productos como los panes de café de olla y maracuyá, los honey buns y las hogazas de pan de pepita.

La expectativa por descubrir el menú diseñado por quien algunos consideran el mejor panadero del mundo era palpable: los clientes le tomaban fotos a la distancia, le pedían firmar los ejemplares de su libro Richard Hart Bread y daban mordiscos a las piezas de pan que enfilaban sobre sus mesas.

Mientras tanto, Hart, sonriente y visiblemente emocionado, nos recibía para revelarnos detalles de una panadería que debe su nombre a un dibujo realizado por su hijo menor.

Life and Style (L&S): ¿Qué vacío viene a llenar Green Rhino?

Richard Hart (R.H.): No sé si llegué para llenar un vacío. Creo que hay muy buenas panaderías en la Ciudad de México y yo simplemente abrí una más. Esto es lo que yo hago, esta es mi carrera profesional y mi vida y esto es lo que amo hacer. En realidad, me mudé a la Ciudad de México para estar más cerca de mis hijos, que viven en California. Vine a hacer lo mío, a hacer pan esperando que le guste a la gente.

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Richard Hart es considerado uno de los mejores panaderos del mundo. (Foto: Fernanda Pacheco para Life and Style)

L&S: ¿Cúal ha sido la reacción del público?

R.H.: La gente ha sido muy buena y amable. Construí este espacio para que vengan y puedan ver cómo preparamos los panes, para que hablen con nosotros y compartamos ideas y conocimiento. Es algo parecido a lo que tengo en Copenhague y, aunque el ambiente es distinto, quise hacerlo así porque me gusta conectar con otros humanos.

L&S: ¿Cómo te ha inspirado México?

R.H.: Hay ingredientes increíbles en el país: frutas, maíz y productos de ese tipo. Hemos intentado incorporarlos, al igual que chocolate hecho en México como el de La Rifa, que es bastante caro. Y no lo usamos solo porque sea caro. Es caro porque el chocolate debe ser caro, porque pagan de manera justa a los productores, que es lo correcto. Quiero promover eso y quiero apoyar a la gente que realmente hace el trabajo para que podamos hacer nuestros panes.

L&S: ¿Creas tus recetas pensando que algún día puedan convertirse en clásicos?

R.H.: Esa es una pregunta interesante porque uno no puede saber nunca cuál de sus creaciones se convertirá en clásico. Casi siempre, las cosas simplemente ocurren, pues hay uno o dos productos específicos que enloquecen a la gente. Yo solo hago mi trabajo con amor, esperando que guste. Soy un obsesionado de los ingredientes, del sabor… Mi objetivo es crear algo, probarlo y seguir pensando cómo puedo mejorarlo al día siguiente. Nunca pienso simplemente en crear un pan dulce de guayaba.

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Green Rhino se ubica en Tonalá 121, Roma Norte. (Foto: Fernanda Pacheco para Life and Style)

L&S: ¿De qué manera integraste a tu equipo para este nuevo proyecto?

R.H.: A algunos los conocí en el pasado; son personas que trabajaron conmigo en Copenhague. Uno necesita gente en la que pueda confiar. El primer día tuve una junta con mi equipo de México y realmente me ayudó tener a alguien que sabe dirigir el barco. Sin embargo, el equipo también está integrado por panaderos increíblemente talentosos de todo México. Algunos vinieron de Oaxaca y otros lugares, y me siento muy afortunado de que todos sean gente encantadora.

L&S: Los panes tradicionales mexicanos, ¿tendrían lugar en Green Rhino?

R.H.: Creo que existe una gran oportunidad de retomar productos de la panadería tradicional mexicana y repensarlos con amor. No soy de este país y no tengo una conexión emocional con panes como las conchas o los garibaldis. Lo que va a ocurrir apenas tengamos todo esto bajo control es que pediré a mi equipo que hagan algunos de los panes con los que tienen una conexión emocional y, a partir de ahí, intentaremos hacer las mejores versiones posibles.

Así que la gente vendrá y pensará: “¡Wow! Yo comía esto cuando era un niño”, y con suerte serán panes deliciosos. Como he dicho antes, tengo un equipo de panaderos increíbles y será muy lindo que ellos puedan crear productos de nuestro menú, pues somos un equipo. Esto no es una jerarquía en la que yo soy el rey del castillo. Desde luego, tengo una opinión acerca de cómo deben saber las cosas, pero confío en mi equipo.

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. (Foto: Fernanda Pacheco para Life and Style)

L&S: ¿Cómo definirías tu relación actual con México?

R.H.: Estoy realmente enamorado de México. Me mudé a la ciudad hace dos años y medio. Soy de Londres, una ciudad bastante grande, sucia y caótica. A finales de mis veintes me mudé a un pequeño pueblo de California. Ahí me sentía un poco perdido y después de eso me mudé a Dinamarca, donde viví seis años, y eso hizo que me acostumbrara a la vida en lugares más pequeños. Creo que si eres de una gran ciudad hay algo en ellas que te atrae. Me encanta el caos, la agitación y el alma de la gente que vive en la Ciudad de México. La comida, la cultura y los colores son increíbles y me pregunto: ¿hay algo que pueda no gustarle a alguien aquí?

L&S: ¿De qué manera visualizas la evolución de Green Rhino en el futuro?

R.H.: Mi sueño es que todas las personas de mi equipo se transformen en mejores panaderos. Si logro eso, habré cumplido mi objetivo. Idealmente, ellos se convertirán en los mejores panaderos del mundo con mi ayuda. Estoy aquí para eso. Estoy aquí para enseñarles a ser mejores que yo. Eso me haría el hombre más feliz del mundo.

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