Tipo de comida:
La técnica y elegancia de la alta cocina francesa se fusionan con la riqueza y profundidad de los sabores mexicanos en platillos concebidos para evocar sabores de la infancia, rescatar la tradición y sorprender al paladar con combinaciones inesperadas. En el imaginario del chef Hernández el mole oaxaqueño juega un rol muy importante y permea en varias de sus creaciones.
Obligatorio probar:
El chicharrón de cecina acompañado de guacamoles es una entrada perfecta para hacerse un par de tacos que saben mucho mejor acompañados de un mezcal. Los ravioles de conejo y morillas, el chamorro de cordero con costra hojaldrada y el pulpo a la talla con mayonesa de chile morita son perfectos para compartir. ¿El cierre? Un budín de higos con salsa de Xtabentún.
¿Quién está a cargo de la cocina?
El chef David Hernández Aguilar, quien se formó en las cocinas de Vicente Etchegaray y Olivier Lombard, ha sido el encargado de articular la propuesta de Almamia, haciendo uso de sus más de 30 años de experiencia. Su pasión por el oficio y su visión de cocinar con los sentidos se reflejan en un menú que apela a los recuerdos y las emociones.
Tipo de comida:
Los ingredientes del mar más frescos son la base de un menú que rinde un homenaje a la cocina mexicana de las costas y que encuentra en las parrillas a su mejor aliado. Desde luego, también hay opciones para los amantes de los crudos preparados con técnicas precisas que destacan los sabores marinos y carnes con mucho sazón mexicano.
Lo que debes saber:
Sobre la avenida Campos Elíseos, en el corazón de Polanco, se encuentra este nuevo restaurante que forma parte de Grupo Zeru. Distribuido en dos plantas y dominado por los tonos claros, el espacio es acogedor y perfecto para celebrar ocasiones especiales o tener reuniones de negocios
¿Quién está a cargo de la cocina?
El chef Israel Aretxiga –quien ha convertido Zeru en un referente de la escena gastronómica de la ciudad– desarrolló este concepto que reúne los sabores del Pacífico y el Golfo de México.
Obligatorio probar:
Los callos de hacha frescos preparados al estilo Sinaloa son una gran manera de iniciar la experiencia. Los ostiones, las almejas y los ceviches llenan el paladar de acidez y picor como preludio a los antojitos –fideo seco, sopes, taquitos– que nos recuerdan la cocina de las mamás y las abuelas. La pesca del día a la talla y los camarones zarandeados, al igual que el chamorro negro son la prueba indiscutible del dominio de las parrillas del equipo de cocina.