El enfoque del programa de bienestar de Susurros del Corazón, un resort de la colección Auberge localizado en las costas de Punta de Mita, está en el confort, pero también en la conexión con la alegría como un vehículo para redescubrir el gozo de sentirse vivo.
Alegrías para el alma en el spa de Susurros del Corazón

El nombre de su spa, ONDA, hace referencia al movimiento del océano y al hecho de que en sus instalaciones la energía de las olas guía las distintas experiencias.
Su filosofía se basa en una premisa simple y, al mismo tiempo, poderosa –cuidar de uno mismo puede ser una fuente de alegría– y se materializa en tratamientos profundamente reparadores, pero también en experiencias dinámicas que despiertan vitalidad: faciales acompañados de protección solar consciente, clases de fitness inspiradas por el surf, sesiones de respiración intencionada o masajes realizados frente al mar con la brisa marina como aliada y el sonido de las olas como música de fondo.

La oferta se complementa con experiencias inmersivas, como la ceremonia de cacao, sesiones de tarot intuitivo, Sol Surf Hour y un robusto programa de maestros en residencia que ha permitido recibir a figuras internacionales, como Annie Moves (de Alo Yoga) y la reconocida instructora de celebridades Amanda Kassar, de Pilates by Amanda.
Más allá de los muros del spa, también hay motivos para sonreír: apapachos culinarios en el restaurante Casamilpa, disfrutar de una taza de café preparado en Rooster desde la terraza de la habitación o liberar a tortugas recién nacidas durante la temporada de anidación. Y es que, en ocasiones, todo lo que necesitamos es una cita con la ligereza y la felicidad.

Tratamiento insignia
La energía curativa del océano Pacífico es canalizada a través de movimientos rítmicos que intentan recrear la fluidez de las olas.
El masaje Las Ondas fue diseñado para ayudar al cuerpo a soltar viejos y arraigados patrones, liberar tensiones profundas y generar una sensación de bienestar. Concluye con un tratamiento de pies realizado con aceite tibio para estimular puntos que mejoran el estado de ánimo.
Este artículo lo leíste primero en la edición impresa de septiembre de Expansión.