Detrás del concepto de Auric Room yace la convicción de que quienes decidimos emprender un viaje estamos en la búsqueda de algo más grande que nosotros, algo que nos trasciende y nos une. La tradición del peregrinaje, junto con las historias que se entretejen en el camino, forman parte fundamental de la filosofía de Auric Road: una marca de hospitalidad que ha encontrado su razón de ser en la intersección entre el patrimonio, la naturaleza y la transformación personal.
El viaje al interior: hospitalidad con propósito en Auric Road

Inspirados por esta visión, sus fundadores han adquirido propiedades históricas en distintos puntos del territorio estadounidense, las cuales sirven como base para explorar los atractivos naturales de su entorno y, al mismo tiempo, para descubrir aspectos del mundo –y de nosotros mismos– que permanecían ocultos. California, Arizona y Montana son algunos de los estados donde la marca ya tiene presencia, con nuevas aperturas previstas que pretenden reforzar una idea poderosa: hay caminos que conectan a todas las personas que están en busca de algo más profundo, más auténtico y mucho más real.
“La creatividad siempre ha estado en el corazón de la hospitalidad excepcional, y hoy es aún más crucial. En Auric Road, cada una de nuestras propiedades está cuidadosamente curada con una estética, carácter y sentido de lugar únicos. La creatividad reside en la capacidad de combinar el patrimonio con itinerarios personalizados de experiencias significativas, asegurando que cada visita sea personal e inolvidable”, asegura Jason Liebman, cofundador y director de Inversiones de la empresa.

Desde una suite en Korakia, donde alguna vez se hospedó Winston Churchill, hasta Auric Room, el nuevo club privado en Lone Mountain Ranch, cada espacio fue concebido como una oportunidad para reconectar no solo con el destino, sino también con uno mismo. Este espíritu se entrelaza con un fenómeno cultural más amplio. “La cultura vaquera es, sin duda, una tendencia que está resurgiendo”, afirma Liebman, “impulsada por la música, la televisión y la moda, y motivada por una ola de personas que anhelan un estilo de vida más simple y arraigado. La gente se siente cautivada por el encanto rústico, las aventuras al aire libre y las experiencias auténticas que encarna el Oeste”.
En paralelo a esta nostalgia por lo esencial, Auric Road ha tomado una postura contracultural en cuanto al papel de la tecnología en la experiencia del huésped. No hay televisores en las habitaciones, y los teléfonos celulares no están permitidos en el club de miembros. “Estamos lanzando un programa de desintoxicación digital en Lone Mountain Ranch, que ofrece a los huéspedes la oportunidad de desconectarse y desarrollar hábitos más saludables. Para nosotros, se trata de usar la tecnología de forma consciente: para facilitar o personalizar la experiencia, sin permitir que eclipse lo que realmente importa”, explica Liebman.

La propuesta de Auric Road es amplia y diversa, pensada para espíritus curiosos que desean vivir algo distinto. Desde caminatas guiadas por las imponentes montañas de San Jacinto hasta surf y cultura playera en el sur de California, o cabalgatas entre los paisajes majestuosos del Parque Nacional Yellowstone, cada experiencia está diseñada para resaltar lo mejor de cada lugar y brindar una conexión profunda con su entorno. En definitiva, más que una cadena de resorts, Auric Road es una invitación: a detenerse, a escuchar, a mirar de nuevo. A recordar que, a veces, lo más importante no es el destino, sino el camino que elegimos recorrer.