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Razones para amar Montreal hay muchas, por ejemplo, su diversidad cultural, gastronomía de todo el mundo y la belleza de que habita en este destino que lo tiene todo para cualquier viajero.
Presentado por: Turismo de Montréal
Un viaje es la oportunidad perfecta para que la vida nos sorprenda una vez más, sin embargo, visitar una ciudad como Montreal es otro nivel, una experiencia que abre cualquier panorama y nos pone en el mood ideal para deleitarnos con la cultura, música, impresionantes edificios y la famosa amabilidad canadiense que termina por hacernos parte de este lugar que sencillamente es magia pura.
El verano es la época para disfrutar algunos de los festivales más emocionantes. El Festival de Jazz & Nuit d'Afrique o el Suoni Per II Popolo con sus tendencias dentro de la música independiente, son solo algunos de la larga lista de eventos que hay.
MONTRÉAL COMPLÈTEMENT CiRQUE, Zoofest & OFF JFL, Comiccon o Mtl en Arts, son otros de los festivales que toman la ciudad para convertirla en un museo en las calles, fiestas interminables o escenario de baile, entre muchas otras expresiones culturales. El verano es de las mejores épocas para ir a descubrir otras formas de expresarnos ante el mundo.
La cocina de esta región, al tener un pasado francés tan presente, es distinto a lo que existe en otras regiones de Canadá, algo que se nota tanto en la comida más accesible como en las propuestas de alta cocina. Si bien es cierto que Montreal es un abanico de culturas reunidas, hay tres imperdibles que debes probar en tu viaje a esta ciudad: poutine, sándwich de pastrami y bagels.
Mercados públicos como el Jean-Talon, el más extenso de la ciudad, ofrece una gran variedad de productos de la región de Quebec, por lo que no debe faltar en tu itinerario. Otro mercado icónico es el Mercado Atwater, que de inmediato atrapa la mirada por su estilo Art Decó.
Si lo que buscas son bebidas, te recomendamos las microcervecerías, una tendencia muy fuerte que encanta por sus sabores únicos. Broue Pub Brouhaha, EtOh Brasserie, Pub Pit Caribou, La Succursale o Le Cheval Blanc, son algunas de las más famosas, e incluso muchas de ellas ofrecen sus propias creaciones.
La luz toma las calles de Montreal cuando el sol de oculta, convirtiendo este lugar en todo un espectáculo. Para asombrarse, basta con mirar las paredes del Viejo Montreal al transformarse en pinturas históricas, u observar el puente Jacques Cartier lleno de colores, con el río San Lorenzo de fondo.
Estos espectáculos luminosos están por todos lados, desde el interior de la Basílica de Notre-Dame intervenida por el afamado estudio Moment Factory, hasta el legendario campanario de la iglesia de Saint-Jacques, brillando todas las noches en la Universidad de Quebec en Montreal.
Aplicaciones móviles como “Montreal en histories” serán de gran utilidad para descubrir las historias de distintos sitios que hoy se muestran de otra manera, pero que tienen un pasado enriquecedor.
Artistas de todas latitudes, habitantes de los países más lejanos y cercanos, así como el idioma francés tan romántico en su pronunciación, son parte de esta experiencia bohemia por donde se le mire. El barrio de Le Plateau es ejemplo de este fenómeno cultural tan único, con avenidas emblemáticas como Mont-Royal, cafés para disfrutar un momento de pausa y elegantes restaurantes listos para servir sus mejores platillos.
La creatividad no se detiene con los numerosos museos y galerías de arte entre los que se encuentra el Museo de Bellas Artes de Montreal, uno de los recintos más importantes de Norteamérica por sus colecciones y exposiciones temporales de talla mundial con más de 41 mil obras. No menos importante es el Museo de Arte Contemporáneo y el Centre Phi con sus espectáculos multimedia y exhibiciones enfocadas a la tecnología e innovaciones.
Visita Montreal y descubre un mundo lleno de posibilidades que se adapta a lo que necesitas para que vivas una aventura irrepetible.