La herencia cultural colombiana y chilena
La Unesco inscribió también otras tres tradiciones ancestrales latinoamericanas, así como una española.
Uno es el conocimiento ancestral de los indígenas colombianos que habitan el sistema montañoso de la Sierra Nevada de Santa Marta, un vasto territorio que va desde el nivel del mar hasta los 5 mil 770 metros en el norte de Colombia.
Esa región está habitada por los pueblos autóctonos Kogui, Arhuaco, Wiwa y Kankuamo.
La cerámica negra que se fábrica en los poblados chilenos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, cuya materia prima está en peligro de desaparecer por la explotación forestal, también fue reconocida por el organismo de la ONU.
Este miércoles se anunció también la inclusión de la celebración de la Semana Santa en Guatemala, que se remonta al siglo XVI, y del toque manual de campanas en España.
La "
baguette
", víctima de su propio éxito
De corteza crujiente y miga esponjosa, la "baguette" es un producto relativamente reciente: apareció a principios del siglo XX en París. Actualmente es el pan más consumido en toda Francia.
Cada año se venden unas 6.000 millones de "baguettes", lo que significa que unos 12 millones de consumidores la piden en las panaderías cada día. Cada barra pesa unos 250 gramos aproximadamente.
Más que el producto en sí mismo, la Unesco premia con esta distinción el "savoir-faire", la manera particular de elaborar, amasar y hornear esta barra de pan que ha sufrido, como tantos otros éxitos culinarios franceses, de los abusos de la industrialización.
Esta inscripción "celebra también toda una cultura: un ritual diario, un elemento que estructura las comidas, un sinónimo de intercambio y de convivencia", reaccionó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
"Es un reconocimiento para la comunidad de los panaderos y pasteleros", explicó Dominique Anract, presidente de la Confederación francesa que agrupa a esos "artesanos" de la harina y la levadura.
El galardón supone un reconocimiento a las panaderías tradicionales, que han ido cerrando en Francia, particularmente en el campo.
En 1970 había unas 55 mil 000 panaderías artesanales (una por cada 790 habitantes) en comparación con las 35 mil en la actualidad (una por cada 2 mil habitantes), según datos del ministerio de Cultura.