Estos son algunos de los sitios más embrujados de México que puedes visitar, algunos desde fuera, otros incluso por dentro.
La casa de los tubos (Monterrey)
Quizá la leyenda contemporánea más famoso en todo México: un hombre de recursos se muda a Monterrey con la intención de construir una casa donde su hija, aquejada por problemas de movilidad y obligada a usar una silla de ruedas, pueda deambular libremente. No tarda con encontrar un arquitecto que idea un inmueble de estructuras tubulares que permitan albergar incontables rampas. La construcción empezó sin percances, hasta que pequeños sucesos empezaron a ocurrir: desaparecían herramientas, se escuchaban sonidos, se veían sombras… hasta que finalmente un empleado murió. Pero la obra no se detuvo. La tragedia definitiva sucedió cuando el hombre en cuestión acudió al sitio casi por terminar, acompañado además de su hija para que conociera su nuevo hogar. Pero en un descuido la pequeña desapareció y sólo reapareció cuando fue vista mientras era arrojada al vacío desde una rampa sin concluir. Todo fue cancelado y el inmueble permaneció tan inconcluso como abandonado por años, hasta que en 2016 fue derribado. Todavía hay quienes visitan el lugar, convencidos de que más allá de las nuevas paredes que ahora se levantan, los horrores continúan.
Hospital Juárez (CDMX)
No todos los fantasmas son amenazantes, pues hay algunos que dedican su eternidad al auxilio ajeno. Tal es el caso de La Planchada. La famosa leyenda mexicana cuenta con distintas versiones, pero la más famosa habla de una enfermera que se ganaba el cariño de todos los pacientes por el gran esmero y profesionalismo con el que los atendía. Pero la tragedia llegó y falleció, no de una muerte leyenda sino de amor, tras ser engañada por un médico del que estaba profundamente enamorada. Esto le impidió encontrar el descanso eterno y terminó deambulando por toda la eternidad en los pasillos del hospital. Ya sean pacientes o personal médico, son muchos los que aseguran haberla visto, portando ese uniforme tan blanco y almidonado que le da nombre. No está de más destacar que, si bien la entidad suele ser relacionada con el Hospital Juárez, hay quienes aseguran haberla visto en los pasillos del Hospital General, también de la Ciudad de México.
La calle del truco (Guanajuato)
A diferencia de tantas leyendas mexicanas que se desarrollan en sitios inciertos, la de la calle del truco tiene un punto estupendamente definido: Guanajuato capital. Incontables turistas deambulan de día y de noche por esta calle ubicada en el corazón de la urbe, ignorantes de que fue precisamente aquí donde se apareció el mismísimo diablo para engañar a un jugador compulsivo hasta quedarse con el alma de su esposa. Si estás por ahí, ¡ten mucho cuidado! Si un elegante individuo se te acerca en una noche sin luna para invitarte a jugar una inocente partida de cartas, podría tratarse del demonio en carne propia.
Isla de las Muñecas (CDMX)
Imposible permanecer impasible ante uno de los puntos más espeluznantes de Xochimilco: un tenebroso islote decorado con incontables juguetes decadentes. Se trata de la Isla de las Muñecas, que no tuvo problemas para convertirse en uno de los puntos favoritos para quienes disfrutan de las historias fantasmagóricas. La leyenda inicia con Julián Santana Barrera, habitante del lugar, encontrando el cadáver de una niña flotando en los canales y cuyo espíritu comenzó a manifestarse desde entonces. Atormentarlo para atraerlo uno y otra vez al punto en que murió. Estas terribles vivencias lo motivaron a iniciar su inquietante colección que acumuló por más de 25 años y que presuntamente lo llevó al borde de la locura. Todo fuera por mantener tranquilo al espíritu. ¿Lo logró? El hombre falleció de un infarto en 2001 y su cuerpo fue hallado en las mismas aguas donde alguna vez él encontró a la pequeña.
El pueblo fantasma de Misnebalam (Yucatán)
La historia que rodea este sitio es tan trágica como intrigante. Una hacienda que alcanzó su auge en el siglo XIX durante la época de oro del henequén, pero que fue abruptamente abandonada hacia inicios del siglo XX. Unos dicen que el sitio se quedó sin agua; otros que el lugar empezó a padecer toda clase de sucesos paranormales; ambos coinciden en que la debacle comenzó con el asesinato de su dueño Fidencio G. Márquez en 1921. Sea cual sea la verdad, el siglo de abandono y las condiciones climáticas del lugar han contribuido a crear una atmósfera espeluznante, potenciadas además por las numerosas historias de aparecidos. Como la de Juliancito, un niño que aquejado por los fantasmas del lugar, optó por quitarse la vida para convertirse en uno más. Hay recorridos turísticos que visitan el sitio, por lo que conocerlo es sencillo. Eso sí, ninguno se atreve a permanecer más allá de la puesta de sol.
Reino Mágico (Veracruz)
Es común que los parques de diversiones tengan una que otra leyenda, menos usual es estén presuntamente embrujados en su totalidad. Tal es el caso de Reino Mágico, abierto al público en 1988 y cerrado pocos años después. Presuntamente por una serie de conflictos políticos y económicos, aunque también hay quienes piensan que por una maldición que aqueja al lugar. La creencia popular dice que, ante la falta de espacio, los responsables se hicieron con diez hectáreas de un panteón aledaño, lo que implicó la exhumación de varios cuerpos, ¿ya saben por dónde vamos? Las leyendas más famosas dicen que los espíritus enfurecidos no tardaron en manifestarse: hundían a la gente en las albercas y daban vida a las figuras de cuentos de hadas que decoraban los alrededores, siendo los enanos de Blanca Nieves los más señalados. Algunas áreas del bloque aún permanecen abiertas al público y uno que otro valiente aprovecha para ingresar al parque abandonado y maldito en busca de la verdad.
Palacio de Lecumberri (CDMX)
El que hoy es el Archivo General de la Nación, fue en su momento una de las prisiones más brutales en toda la historia del país. Inaugurado en 1900 durante el gobierno de Porfirio Díaz, el inmueble fue diseñado para albergar a cerca de 800 reos, lo que poco importó a su administración que acumuló una población de hasta 4,000 personas que vivían hacinadas y en condiciones infrahumanas. Esto contribuyó a que los niveles de corrupción y violencia interna se dispararan, lo que a su vez resultó en sanciones, desapariciones e incluso muertes que siguen pendientes de respuesta hasta nuestros días. Muchas de ellas de carácter político. Cerró sus puertas como cárcel en 1977 y el inmueble cambió sus funciones en 1982, pero la leyenda dice que muchos de los presos se quedaron por toda la eternidad, manifestándose continuamente a través de gritos y apariciones que atormentan a todos los que trabajan ahí.
La tumba de la Llorona (Guanajuato)
La leyenda de la Llorona puede escucharse en todo México y en toda Latinoamérica, pero si hay un sitio donde cobra especial fuerza es en Guanajuato. Tal vez sea por sus calles empedradas o por sus largos túneles, o por el hecho de que ahí se encuentra la presunta tumba de la mujer caída en desgracia. En la hacienda Siete Reales, ubicada sobre la carretera Guanajuato- Dolores Hidalgo, yace una vieja tumba con fecha de 1913. No tiene restos al interior, pues se trata de una construcción simbólica hecha por los vecinos del lugar, que cooperaron para construirla con la esperanza de dar descanso eterno al alma en pena y de este terminar con los lamentos que resonaban en la noche. Son muchos los que la visitan y más de uno asegura que al acercarse puede escucharse el grito de ¡ay, mis hijos!
Callejón del Aguacate (CDMX)
Coyoacán es un lugar mágico a cualquier hora del día, pero recorrer sus callejuelas por la noche puede tornarse estremecedor para algunos. Se dice que el popular barrio está plagado de aparecidos que se manifiestan en distintos rincones, pero ninguno tan inquietante como el Callejón del Aguacate. Son muchas las historias que rodean este sitio, entre las más famosas están la del fantasma de un niño ahorcado, la de una niña atropellada tras ser engañada por el diablo, o la de la cabeza flotante de un decapitado. Se hablan también de maldiciones de corte más urbano, como un asesinato masivo provocado por una ouija. ¿Cuáles son ciertas y cuáles son falsas? Nadie lo sabe, pero las sensaciones de ira, tristeza y dolor son palpables para todos los que lo recorren, ya sea de día o de noche. Se dice que los vecinos del lugar colocaron una virgen en una esquina para protección de demonios y aparecidos, lo que sólo aumenta el aura de misterio del rincón maldito.