“El Día de Muertos es una de las celebraciones más importantes de la cultura mexicana. Es un momento para recordar y reunirse, así que crear una licorera que incorpora tantos significados y matices no fue nada fácil”,
explica Miguel Hernández, director Creativo de Clase Azul.
El Día de Muertos es una celebración mexicana cargada de tradiciones extraídas de diversas influencias, suele asociarse con la poderosa gastronomía nacional, aromas y sonidos cautivadores y grandes exhibiciones de color. Esta festividad de dos días y las tradiciones que la rodean fueron inscritas en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco en 2003.
“La edición de este año, Colores, me ha dejado con un profundo sentimiento de orgullo por mi equipo, pues han logrado transmitir lo que representa esta festividad y el papel que en ella desempeñan los colores para tanta gente”, comentó Hernández.
Clase Azul Tequila
Edición Limitada "Colores"
Clase Azul
Edición Limitada "Colores"
Clase Azul
Edición Limitada "Colores"
Clase Azul
Edición Limitada "Colores"
Clase Azul
Edición Limitada "Colores"
Clase Azul
La maestra destiladora Viridiana Tinoco ha sido la responsable del trabajo que se realiza para este tequila en sus acabados y notas. Esta bebida de lujo pasa por un proceso único de maduración de 28 meses: 22 meses de añejamiento en barricas de whiskey americano seguidos por un terminado de 6 meses en barricas de ron artesanal de la isla de Martinica. “Con esta edición recordamos, como cada año, a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros”, expresó Tinoco.
Los ricos aromas del ron ya mencionado, llamado rhum agricole en francés, se incorporan al carácter de las barricas tras la destilación e imparten notas de cáscara de naranja cristalizada, clavo, nuez y cacao al tequila.
“Así, inspirada por las calaveritas de azúcar que nos permiten agradecer sus recuerdos, quise elaborar este destilado a partir de una doble maduración en barricas de whiskey americano y un fino terminado en barricas de ron de la isla de Martinica que naturalmente imparten al tequila un toque de dulzura”, apuntó la maestra Tinoco.
Como parte de la inspiración surgida de las calaveritas, se aplicó esmalte blanco al exterior de la cerámica para representar el alfeñique a partir del cual se hacen estos dulces. La base de la licorera presenta una ilustración de decoraciones tradicionales del Día de Muertos como papel picado, flores de cempasúchil y calaveras estilizadas. El toque final dado a la licorera es el colorido ornamento bañado en plata también inspirado en las calaveritas. Cada uno de estos ornamentos está hecho a mano por artesanos mexicanos y tarda unos 12 días en completarse.