Estos espacios para pasar el rato son muy variadas: algunas están frente a la cocina, donde cualquiera puede embobarse con los vaivenes de una tarde de servicio, o frente al barman, para quien necesite contar sus cuitas, pero siempre procurando comodidad al comensal solitario.
Acércate a la barra
Meroma
Es difícil elegir una combinación ganadora (porque hay muchas que lo son) para instalarse en la pequeña barra de Meroma, situada estratégicamente en la primera planta del restaurante, en ese límite invisible entre el adentro y el afuera, la recepción y la banqueta. Para una salida feliz, hay todo un abanico de opciones: un vermut con aceitunas, una copa de vino espumoso con un montadito de almeja pismo en escabeche, un tenango especial con o sin ostiones —pero mejor con—, una copa de vino rosado con unas alcachofas crujientes para untar en jocoque, una copa de vino tinto con orecchiette y merguez de cordero, un cafecito con una galleta —que aquí nadie juzga— o un plato de quesos con pan. Y luego más vino, o quizás un martini, o un trago de mezcal para volver a empezar.
Más:
Colima 150, Roma Norte, Ciudad de México. @meromamx
Caimán
Esta barra echa mano de los enlatados y las conservas. No de esos que miramos con desdén, sobre todo en estos tiempos que tanto abogan por la frescura de los ingredientes, sino de esos sabrosos bocados de mar (boquerones, mejillones, ostiones y angulas, entre otros) a los que basta arrimarles pan de buena calidad para obtener una tapa y a los que nunca, te lo garantizamos, vas a querer hacerles el feo para el aperitivo. Además, tienen platos botaneros por excelencia, como ensalada de papa o unas tostaditas de vegetales. Para acompañar, aunque el énfasis está en el vino, no descartes los tragos de la vieja guardia, como el negroni.
Más:
Avenida Nuevo León 120, Condesa, Ciudad de México. @caiman_bar
Ciena
Aunque en este restaurante de la Condesa, en la Ciudad de México, hay varios espacios acogedores y las porciones para compartir son muy tentadoras, el plan de sentarse en la barra tiene lo suyo: es amplia y cómoda, con aires de bistró francés-neoyorquino, ideal para instalarse a comer, cenar (la mejor hora para conocerlo, si me preguntan) o pasar la tarde con un gewürztraminer potosino, un vermut y una botana, el dip de berenjena y los shishitos son una gran opción para estos menesteres.
Además, la barra tiene vista para entretenerse con los vaivenes de la cocina, de la que salen especialidades como la milanesa de berenjena que, acompañada de una en- salada de kale, betabel y queso montaña, es una comida completa en sí misma.
Más:
Alfonso Reyes 101, Condesa, Ciudad de México. @ciena___
Salón Gallos
Este lugar en el centro de Mérida es todo en uno: una galería y un cine para el que tenga hambre de cultura y una cantina y wine-bar para quien tenga otro tipo de apetitos. Aunque el salón es amplio, guapo y saca provecho del viejo andamiaje de una fábrica de avena, queremos centrar la atención sobre un espacio más íntimo y coqueto que funge con las funciones de toda vinoteca: acercar el mundo del vino a nuevos consumidores y cautivar con selecciones interesantes a los que ya lo son.
En este caso, el foco está puesto en vinos naturales que puedes acompañar con platos para botanear o taquear que echan mano de las raíces libanesas y mexicanas de Mérida. Además del taco de castacán, prácticamente una obligación, hay entradas como el labné con tomate y los tostones de tzik de venado que vale la pena probar con una copa de vino rosado.
Más:
Calle 63 No. 459B entre 50 y 52, Centro, Mérida. @salongallos
Mesa Temporal
Esta es una barra ultraespecializada y dedicada a tejer puentes entre disciplinas como el diseño y la cocina. En su primera temporada dedicará cuatro meses a las bebidas de cacao de diferentes regiones oaxaqueñas (como el chocolate atole de los Valles Centrales o popo), que han formado parte de la cultura culinaria mesoamericana desde hace varios ayeres.
El formato consiste en recorrer a lo largo de una hora (quizás un poco más) todas las posibilidades de estas bebidas hechas con una base de cacao, un ingrediente espumante como el pataxte y otros que aportan complejidad y aromas, como las flores. Una parada obligatoria en tu próximo viaje a Oaxaca.
Más:
Calzada de la República 105, Oaxaca. @mesatemporal