A las consolidadas propuestas que ya ofrece el país, se suman nuevas propiedades, de norte a sur y de este a oeste, que demuestran que la hospitalidad en nuestro territorio es mucho más que una vocación. Estos seis hoteles son nuestras grandes apuestas para disfrutar este 2022.
Las mejores vacaciones en estos hoteles de México
TERRESTRE
Simplicidad sofisticada. Así podría definirse Terrestre, el nuevo proyecto de Grupo Habita en Puerto Escondido, en la costa de la siempre espiritual Oaxaca.
Un hotel con una relación orgánica con la naturaleza, “conectado al sol y al mar” y totalmente alimentado con energías renovables, que abrió sus puertas el pasado febrero con el objetivo de reconectar a sus clientes “con el lujo de la naturaleza”.
En Puerto Escondido, a escasos pasos de Casa Wabi, esta maravilla arquitectónica que proyectó el genial Tadao Ando, y muy cerca del Hotel Escondido, uno de los recintos de referencia del grupo hotelero, Terrestre nace con una vocación sostenible que se refleja en cada rincón de su construcción.
Así, el aire acondicionado ha desaparecido de los siete modernos edificios que tiene la construcción gracias a las innovadoras técnicas que puso en práctica el arquitecto Alberto Kalach y su equipo del Taller de Arquitectura X (TAX), junto a Fernanda Romandia y Diana Backal, que apostaron por los tonos terrosos del ladrillo y la madera para jugar de manera magistral con el concreto, otro de los elementos característicos de este proyecto.
Las 14 villas de la estancia, con baño exterior y alberca privada con vistas al Pacífico, se han decorado con mobiliario que realizó en exclusiva para la ocasión el diseñador mexicano Oscar Hagerman. Están rodeadas de una exuberante vegetación que forma parte del espíritu del hotel, concebido para aquellos que disfrutan el exterior de igual manera que el interior.
Entre las zonas comunes del hotel, el jardín envuelve el área de wellness y spa y el restaurante al aire libre, con una propuesta en la que la gastronomía mexicana se mezcla con la ecología local para ofrecer un menú detox que se complementa con la oferta de cocteles de la cercana alberca, enfocada en la salud del huésped. Además, hay otras opciones gastronómicas en los alrededores del hotel. Es el caso el Kakurega Omakase, un restaurante japonés elevado sobre una moderna palapa con vistas al Pacífico y obra del propio Alberto Kalach que ofrece una propuesta basada en pescados locales y de cercanía.
PARADERO
La calidez del concreto y las montañas del desierto se entremezclan en el hotel Paradero Todos Santos, una joya arquitectónica obra del estudio Yektajo & Valdez en una de las localidades más atractivas de Baja California Sur, a escasos pasos del mar. Planteado como un establecimiento exclusivo para adultos, que “es más un proyecto paisajístico de alto diseño que un hotel”, Paradero ofrece 35 suites en las que los conceptos de interior y exterior se confunden gracias a los diseños de Yektajo y Valdez, quienes además plantearon un jardín botánico que ejerce como corazón del hotel.
Otro de los órganos vitales del establecimiento es el restaurante, que se centra en los productos de proximidad con origen en granjas locales y en el jardín orgánico del propio hotel, así como en pescados que provienen tanto del mar de Cortés como del océano Pacífico “para servir sencillos platillos mexicanos con un sentido de cercanía”. En cuanto a las áreas de descanso, el spa y la alberca de media luna sirven como catalizadores de la idea de buscar el máximo descanso del huésped, y todo ello con vistas al desierto y a los espectaculares paisajes lunares que ofrece este rincón de México.
THE ALEST
Con un estilo ecléctico que juega entre lo londinense y lo neoyorquino, The Alest nace en Polanco, en la Ciudad de México, como la mejor opción para el turismo urbano en la capital del país. Esta propiedad busca ofrecer un servicio de lujo de clase mundial curado por Montserrat Barros y Gary Williams, de la firma Hospitality & Butler.
El hotel, ubicado en un antiguo caserón de la calle Eugenio Sue, muy cerca del Parque Lincoln y de una de las zonas restauranteras más reconocidas de la ciudad, fue reformado por el arquitecto Ignacio Jiménez, quien planteó 13 habitaciones en diversos tamaños cuyo interiorismo corrió a cargo de Sofía Aspe. Además, tiene un restaurante, el 45, que dirige el chef Fernando Martínez Zavala y aspira a convertirse en un referente del fine dining capitalino gracias a unas propuestas en las que la tradición mexicana se fusiona con recetas más internacionales que pueden degustarse con algunos de los vinos de su excelente carta.
Muy cerca, The Alest Bar, con un menú diseño de Limantour, uno de los mejores bares del mundo según The World’s 50 Best Bars, incluye una importante selección internacional de vinos, así como de licores y bebidas tanto locales como procedentes del resto del mundo.
Otra de las diferencias por las que The Alest es uno de los hoteles más lujosos de la capital, es el servicio de mobilidad que ofrecen a todos sus clientes gracias a su servicio de chofer, con recorridos que incluyen traslados al aeropuerto y otros de carácter turístico que pueden negociarse de manera privada con el concierge del establecimiento. Además, también se ofrece la posibilidad de celebrar reuniones tanto privadas como de negocios en alguno de los salones previstos por The Alest Experiences, especializado en la organización de eventos a la medida de cada necesidad en los que se incluye también la posibilidad de elegir el catering.
El resto de la oferta para el huésped queda completada con la boutique Casa Ku, con una delicada selección de artesanías mexicanas cuya inspiración camina entre lo bohemio y lo contemporáneo y que miembros del equipo han seleccionado con dedicación a lo largo de los años.
LA CASA DE LA PLAYA
Cuenta una leyenda que en La Casa de la Playa todas las cosas tienen alma... Y es que no es en vano que este hotel boutique de 63 suites esté localizado ante una franja de playas de arena blanca frente al Caribe mexicano y rodeada de esa misma selva que cobijó a la milenaria cultura maya.
Este nuevo concepto de hotelería boutique parte de una idea clara: en la vida hay que dejar huella y las experiencias que vives, creas y compartes cuentan tu historia. Sus apuestas son el lujo sostenible, la máxima personalización de las experiencias ofrecidas -cenas privadas en un cenote, ceremonias de purificación y tours en cavernas, entre muchas otras-, mismas que permiten a los huéspedes conectar consigo mismos y con sus seres queridos. Además, el cuidado del medio ambiente se refleja en los edificios ecointegradores que se han convertido en el sello de identidad del arquitecto David Quintana.
Divididas en tres áreas –Natural, Fiesta y Wellness–, cada una de las suites tiene una personalidad propia y son un lienzo perfecto para mostrar a los huéspedes el talento de los artesanos de nuestro país. Todas tiene alberca y ofrece la máxima privacidad a sus habitantes; al conjugarse con la calidez del staff los hace sentirse como en su propia casa.
Los cuatro conceptos culinarios de la propiedad están a cargo de un ensamble gastronómico de primerísimo nivel integrado por chefs de renombre internacional. Virgilio Martínez –chef peruano fundador de Central– está a cargo de Estero, un espacio donde los sabores de México y Perú se fusionan reflejando sus profundas investigaciones sobre los ingredientes de regiones tan distintas como el Caribe, la Amazonia y la cordillera de los Andes. Tuch de Luna es el restaurante en el que la chef Martha Ortiz da rienda suelta a su narrativa llena de vivos colores y elegante feminidad. Los hermanos Rodrigo, Patricio y Daniel Rivera-Río, originarios de Monterrey e insuperables exponentes de la cocina norestense, son los responsables de Centli y Lumbre, dos conceptos que exploran las tradiciones de estados como Chiapas, Tabasco, Veracruz y Sonora.
Una chocolatería, una biblioteca, una concept store, una cava, un spa y, sobre todo, una alberca de 40 metros que se interna en el azul del mar son los elementos de una fórmula cuyo resultado son recuerdos inolvidables.
FOUR SEASONS TAMARINDO
Enclavado en la costa de Jalisco, en una península privada que cuelga sobre el Pacífico, entre las localidades de La Manzanilla y Barra de Navidad, el nuevo Four Seasons Resort Tamarindo se erige como la última adición de la cadena canadiense en su firme apuesta por México. “Jalisco es una región muy versátil con una profunda conexión con sus raíces prehispánicas”, declaró recientemente Herve Fucho, gerente de un establecimiento que ofrecerá al visitante la atención y el lujo característicos de Four Seasons en una reserva natural privada con vistas al océano que también incluirá importantes opciones para el descanso, la gastronomía y el deporte.
Prueba de ello es la reciente contratación de Nicolás Piatti como responsable de las cuatro opciones culinarias que ofrece el establecimiento: Coyul, el restaurante insignia del hotel, se inspira en “la generosidad de México”; Sal, una experiencia gastronómica junto al mar donde degustar pescados y mariscos capturados en los alrededores; Nacho, una taquería tradicional en la que los ingredientes de proximidad son su principal característica, y ve, un restaurante ubicado en el campo de golf de 18 hoyos diseño del prestigioso David Fleming que en las noches se transforma en un asador mexicano.
Además, el nuevo Four Seasons Tamarindo tiene tres albercas, gimnasio, canchas de tenis y áreas para reuniones o trabajo, aunque es el spa la verdadera joya de la corona. Un recinto “orgánico”, en el que los huéspedes tendrán a su disposición ocho salas de tratamiento, saunas, baños de vapor y albercas de agua fría y caliente. Todo en un edificio ubicado en medio de la jungla jalisciense. En cuanto a las instalaciones hoteleras, el Tamarindo ofrece 157 habitaciones con vistas al mar o a la jungla, de las cuales 63 son suites, y las habituales villas privadas que la cadena ya ofrece en otras ubicaciones de todo el mundo.
El desarrollo del nuevo Four Seasons, ubicado a 40 kilómetros del aeropuerto de Manzanillo-Costalegre estuvo a cargo de Paralelo 19, compañía inmobiliaria que se centra en la construcción de espacios y edificios con una marcada mirada hacia la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.
UNICO 20o 87o
La opción de viajar a la Riviera Maya y disfrutar de un hotel all-inclusive con un servicio de categoría internacional y todos los lujos imaginables es posible en UNICO 20°87°, un espacio de acceso exclusivo para adultos enclavado en un área de playa privilegiada entre Playa del Carmen y Tulum, el corazón del Caribe mexicano.
Un espacio para la relajación y el descanso que además de ofrecer experiencias exclusivas en su recinto destinado al wellness también presume una delicada curadoría de bares y restaurantes. Desde la comida más tradicional, hasta el fine dining, pasando por cafés casuales con vistas a sus albercas. Todo ello acompañando todas las experiencias exteriores que propone la propiedad, como navegar en catamarán alrededor de isla Mujeres, nadar con delfines, explorar el sistema de cenotes de la región o disfrutar del esnórquel en una de las mejores zonas del mundo para su práctica, así como organizar tours exclusivos tanto en Quintana Roo como en Yucatán.
Para celebrar la llegada de 2022, y con ella el regreso a la normalidad turística y viajera, UNICO 20°87° ha presentado recientemente “22 experiencias extraordinarias” relacionadas con la gastronomía, el entretenimiento, el arte y la cultura con la que el equipo del hotel quiere sorprender a todos los viaje- ros que opten por disfrutar de su tiempo de relax en este rincón del Caribe mexicano. Así, podrán disfrutar de clases personalizadas de mixología, del paddle surf en el Caribe, de rituales de belleza especiales, de circuitos de hidroterapia o de eventos exclusivos, entre otras muchas opciones.