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Las distintas caras de San Miguel de Allende

San Miguel de Allende es una ciudad camaleónica. Visitarla en Día de Muertos fue una oportunidad para descubrir sitios y conocer a algunos personajes que contribuyen a su personalidad única.
jue 18 noviembre 2021 01:10 PM
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Hay destinos que no importa cuantas veces se visiten, siempre van a mostrar una cara diferente según la estación, las festividades del momento y el humor en el que estemos. Uno de ellos es San Miguel de Allende, que con sus calles empedradas, su arquitectura colonial y la inconfundible parroquia de San Miguel Arcángel de estilo neogótico con sus torres de cantera rosa recibe siempre a los viajeros con una honesta calidez.

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Si bien he recorrido sus rincones varias veces y en distintos momentos, la más reciente fue para celebrar el Día de Muertos. Las flores de cempasúchil, las catrinas y los aromas de azahar y mantequilla del típico pan de muerto inundaban sus calles. Cientos de personas esperaban su turno para ser maquilladas en las calles y unirse a esta fiesta que, entre muchas otras cosas, incluyó un desfile por algunas de las calles principales.

En esta ocasión –entre fuertes protocolos de seguridad– pude ver un rostro distinto de la ciudad. Entre ofrendas y cientos de turistas nacionales y extranjeros ávidos de experimentar una de las fiestas más representativas de México en todo el mundo, conocí a algunos personajes y me sumergí en espacios que cuentan importantes episodios de la historia de San Miguel.

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El Día de Muertos es una fecha ideal para visitar San Miguel de Allende.

La que hasta los años 90 fuera una fábrica textil que producía lona, es hoy un centro de arte y diseño que ha conservado su nombre original: La Aurora. Al interior de la propiedad pueden encontrarse importantes pistas de su historia –como los imponentes cuartos de máquinas– que sirven como telón de fondo a galerías, tiendas de artesanías y piezas de diseño, restaurantes y estudios de artistas que han encontrado en sus espacios un ambiente ideal para la creación. Por sus pasillos pueden encontrarse fotografías en blanco y negro que documentan distintos momentos de su existencia y patios y jardines que dan una muestra de su esplendor.

Hermes Arroyo es uno de los nombres más conocidos por los habitantes de la ciudad. Su taller, localizado frente al hotel El Palomar –una gran opción de alojamiento para quienes buscan un refugio romántico con excelentes vistas y acogedoras instalaciones–, es responsable de la producción de gran parte de las mojigangas –marionetas enormes que suelen animar las festividades– que se ven por las calles de San Miguel. Desde su infancia comenzó a aprender el oficio de la cartonería y hoy sus creaciones han recibido reconocimiento nacional e internacional. Visitar su taller y tomar una clase con él para pintar una de sus figuras de cartón, es una oportunidad para dejar volar la imaginación y desconectarse por un rato del mundo.

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El espíritu cosmopolita de San Miguel se hace evidente en su oferta gastronómica, la cual abarca propuestas con sabores de todo el mundo. Desde establecimientos como Hank’s que cuentan con un menú de comida criolla característica de Nueva Orleans, hasta restaurantes como Bruno Cucina, especializado en comida italiana. No se puede dejar de mencionar la propuesta asiática de Müi Ramen Bar o la gran variedad de panes que se venden en Panio.

Quienes desean alejarse del bullicio del centro de la ciudad y experimentar un mayor contacto con la naturaleza, pueden dirigirse a Viñedos San Lucas a menos de media hora de la ciudad. Ahí, los visitantes pueden conocer más del proceso de elaboración del vino, realizar catas de la variedad de etiquetas que se producen, disfrutas de las impresionantes vistas que rodean la propiedad y comer en la terraza de alguno de sus restaurantes.

El encanto de esta ciudad está en su capacidad de transformarse según la época del año en que se le visite. Cada estancia es una oportunidad para descubrir un nuevo rincón, un nuevo hotel o un nuevo restaurante. Solo es cuestión de estar atento y estar dispuesto a seguir nuestro instinto. Por el momento los invito a seguirme a través de mi cuenta de Instagram para saber cuál es mi paradero en tiempo real.

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