La noche del pasado 15 de septiembre se celebró la tradicional fiesta nacional por la independencia del país, pero la pirotecnia que se apreció en todo el Centro Histórico y otros barrios de la Ciudad de México se vivió también como parte del relanzamiento de uno de los grandes, apenas a unas cuadras del zócalo capitalino: el Hotel Fontan Reforma. Y aunque el edificio no ha interrumpido sus servicios, la Noche Mexicana en la nueva terraza del hotel, inauguró una serie de eventos en este elevado y nuevo spot favorito de los locales, que busca atraer también a los visitantes de la gran ciudad.
Fontan Reforma, un hotel que resurge como un ícono
Renovado por dentro y por fuera, el hotel que se erige en el número 24 de la avenida Paseo de la Reforma, se rediseñó con un estilo moderno, urbano y contemporáneo; ofreciendo una excelente opción por su ubicación y las experiencias que te conectar´án con el arte, la cultura, la gastronomía y el entretenimiento desde una nueva perspectiva.
Vive la experiencia cualquier día
Desde que pisas el lobby se entiende que estás en un espacio donde la modernidad convive con lo retro. Un espacio amplio y trendy, amueblado con elegantes toques de Mid Century que destacan por el perfecto balance con la iluminación.
Ahí conviven, como principales protagonistas, algunas de las diversas artesanías que decoran el espacio, hasta que alguien, cualquier visitante que así lo desee, las hace suyas. Muchos artistas mexicanos tienen este espacio como exhibición de sus piezas, con la oportunidad de que estas se vendan y contribuir así a la transformación social y económica de nuestro país.
El Hotel Fontan Reforma forma parte de un grupo de hoteles con propiedades en total renovación y creación de nuevos conceptos buscando crear una comunidad entre huéspedes, artistas, artesanos y colaboradores.
Después de contemplar este espacio que da la bienvenida al hotel, un elevador lleva directo a la terraza en el onceavo piso desde donde es posible ver la arbolada Avenida Paseo de la Reforma, hasta que esta se pierde en el Bosque de Chapultepec. En los extremos es posible apreciar la Torre Latinoamericana, uno de los íconos de la zona y del otro lado el Ex Convento de San Hipólito.
Ya sea que disfrutes de un almuerzo a la hora del brunch, una tarde con amigos o una copa al caer la noche, la vista siempre será un espectáculo por sí misma. La calidez y calidad del servicio hacen que la experiencia sea completa, pues tienen la misión de dejar huella en cada visitante que disfrute su estancia por uno o varios días, incluso por algunas horas, invitándote a vivir un momento inolvidable.
El hotel, que adoptó a la bicicleta como ícono conceptual ofrece este vehículo ecológico en préstamo y renta para desplazarse o bien hacer tours por la ciudad, incluyendo este símbolo en parte de su decoración.
De esta construcción que se disfruta desde su exterior, por sus murales y reflejantes ventanales, se hablará mucho y constantemente, pues dispone de salones de eventos y diversos espacios que darán vida a lo mejor de la vida nocturna y cultural en pleno corazón de la Ciudad de México, para vivir desde una perspectiva diferente, la nueva cara de la cultura mexicana.