Por todo esto, cuando American Express me invitó a realizar uno de los itinerarios de viaje creados como parte del programa Coordenadas Platinum, mi primera reacción fue apurarme a desempolvar la maleta que ya llevaba guardada más tiempo del usual. En este deseo de descubrir un destino que nunca había visitado, de hospedarme en un hotel en el que no había dormido antes y de desconectarme unos días de la rutina laboral, Troncones, en el estado de Guerrero, resultó ser la alternativa adecuada. Tras una espera en el Centurion Lounge del aeropuerto de la Ciudad de México, la aventura inició con el pie derecho.
Hotel Lo Sereno
Abrió sus puertas en enero de 2017 y con su propuesta de barefoot luxury se colocó en el radar de los viajeros que buscan una experiencia de hospitalidad honesta y sin demasiado artificio. En total cuenta con 10 habitaciones en una construcción de estilo contemporáneo que se distingue de las que lo rodean. Sus regaderas que conectan con el exterior, los espacios en los que el sonido del mar se cuela y la tranquilidad que se respira en su playa son algunos de sus grandes atractivos. En su restaurante se sirven desayunos, comidas y cenas y la calidez del personal contribuye a que los visitantes se sientan como en casa. Un buen café, unos huevos rancheros, un jugo recién exprimido y unos panqués recién horneados son el desayuno perfecto. Los playlists están perfectamente curados y la alberca, las sillas de playa y las tumbonas son ideales para descansar, asolearse, leer o simplemente sincronizarse con la calma del destino. Para resolver cualquier duda o pedir recomendaciones sobre el destino, basta acercarse a la recepción y pedirle a Evelyn sus mejores consejos. ¿Algo imperdible? Sus piñas coladas y el pan francés.

Un masaje reparador
Todo se ve mejor después de un masaje y una estancia en Lo Sereno es una oportunidad para solicitar los servicios de Lupita, la terapeuta que, previa cita, se encargará de ayudarte a relajarte con un masaje y un trabajo energético en la comodidad de tu habitación. Lo que puedes esperar es una hora y media de trabajo corporal, pero también de consejos que vendrán de sus años de experiencia dedicándose a dar este tipo de terapias. ¿La mejor hora para agendar el tratamiento? Por la tarde, para, ya relajado, disfrutar de la puesta de sol mientras cenas y antes de dormir como bebé.