The Pit Room
El aroma de las brasas ardiendo, se percibe mucho antes de atravesar las puertas de este paraíso ideado por Michael Sambrooks, en honor al barbecue texano. Detrás del mostrador, el equipo corta sendos trozos de carne, cocinados sin prisas en dos asadores que trabajan 24/7, todo con la misión de poner sobre la mesa bocados ultra suaves y llenos de sabor.
Brisket, pulled pork, costillitas de res y cerdo y salchichas elaboradas en casa (entre otras delicias que también se pueden comer en sándwiches o tacos), se acompañan con mac & cheese o puré de papa. El menú se disfruta mejor en las largas mesas de madera de su renovado Patio, y se acompaña con refrescos (algunos clásicos mexicanos), vino, o cervezas, entre las que destacan las producidas localmente.
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