1800 convierte una botella de tequila en una obra de arte

Precisamente esta fue una de las razones por las que Tequila 1800 se acercó a él y le propuso colaborar en una edición especial de Tequila 1800 Milenio. Tomando como punto de partida la serie Posibilidades de una estructura, Terrazas –cuya obra se ha exhibido en espacios como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, el Nils Stærk de Copenhague, la galería Timothy Taylor de Londres y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Ciudad de México– apostó por hacer una revisión elemental de la forma y el color para plasmarla en una botella de edición limitada a 1500 piezas.

A partir de estructuras simples, Terrazas creó un juego de posibilidades infinitas que muestran su inconfundible sello y que exploran el sentido artístico que en su opinión parece haber sido perdido por el hombre actual. El resultado es un objeto de colección que en su interior alberga un tequila elaborado con la más fina selección de agaves y que es madurado de 36 a 40 meses en barricas de roble americano, con un terminado de 4 meses en barricas de roble francés que previamente fueron utilizadas en la maduración de coñac.

De gran cuerpo y sensación aterciopelada, en el destilado se hallan notas de frutas y especias –higo, miel de abeja y canela, entre otros–, y destaca por sus matices cobrizos y dorados brillantes a la vista. En resumen, en el Tequila 1800 Milenio Eduardo Terrazas convergen la maestría para la elaboración del destilado insignia de México y una obra de arte.