Localizado a aproximadamente hora y media por carretera desde el aeropuerto de Guadalajara, el pueblo de Tequila bien vale la pena una escapada. Si decides emprender el viaje, estas son cinco cosas que debes incluir en tu itinerario.
1. Probar las bebidas tradicionales

Si de algo pueden presumir los habitantes de Tequila es de tener una muy rica variedad de bebidas tradicionales, muchas de ellas preparadas a base de su destilado insignia. Los Cantaritos –servidos en un cantarito de barro– son una mezcla de jugos naturales de limón, naranja y toronja con sal de grano, tequila blanco y refresco de toronja. La Batanga es un cocktail que se prepara con tequila blanco El Tequileño, jugo de limón y Coca-Cola, y que se sirve en un vaso tubo escarchado. Para probar las auténticas hay que ir al bar La Capilla, que hace unos años figuró en la lista de los mejores bares de latinoamérica de The 50 Best. La tercera es conocida como La Pachecada, pues fue creada por la familia Pacheco, y se prepara mezclando el tradicional tejuino –bebida fermentada de maíz– con cerveza oscura. Sus creadores se instalan en el parque que se encuentra a un costado de la iglesia principal, muy cerca del kiosko.