Seis hoteles mexicanos a los que nos urge regresar

Reactivar el turismo en México será labor de todos. Si necesitas sugerencias –y mucha inspiración–, te recomendamos seis hoteles que ponen en alto el nombre de la hospitalidad mexicana
La arquitectura de Zadún ofrece un adecuado contraste al paisaje desértico de Los Cabos

La pandemia de Covid-19 llegará a su fin y, aunque todavía no sabemos exactamente cuándo ocurra, todos tendremos que colaborar para reactivar la economía y apoyar a los sectores que se están viendo más afectadas. Uno de ellos es el turismo –nuestro país cuenta con excelentes hoteles, restaurantes y atractivos– y ahora que tenemos más tiempo a nuestra disposición, podemos comenzar a planear cuáles son los destinos que deseamos conocer.

Si necesitas un poco de inspiración, Life and Style ha hecho una selección de seis hoteles mexicanos –distribuidos en todo el territorio nacional– en los cuales seguramente podrás disfrutar de unos días de descanso inolvidables.

ZADÚN, A RITZ-CARLTON RESERVE

Todas las habitaciones de Zadún ofrecen vista al Mar de Cortés

Las recientes aperturas y las ya anunciadas para los próximos años son una muestra del gran momento que vive Los Cabos como destino turístico. El hecho de que Reserve, la marca de mayor lujo del portafolio de Ritz-Carlton, haya puesto sus ojos en estas latitudes del Pacífico mexicano es una razón de peso para tomar las maletas y dejarse conquistar por las vistas del desierto y las dunas del recién inaugurado hotel

. Se trata del cuarto Reserve en el mundo, después de Puerto Rico, Indonesia y Tailandia. El diseño incorpora textiles, piezas de cerámica y muebles de manufactura mexicana, y procura difuminar los límites entre el interior y el exterior. El personal de servicio se encarga de revelar las leyendas asociadas a la cultura local y de guiar a los huéspedes para descubrir todas las áreas de la pro- piedad. La oferta gastronómica va de platos fríos a base de pescados y mariscos –servidos en el restaurante X– a comida mexicana y alimentos a la parrilla, preparados en El Barrio y Humo. Candil, con su estructura metálica, ofrece más de 100 marcas de destilados de agave. La villa Grand Reserve es la alternativa para quien busca la máxima privacidad y un servicio ultrapersonalizado.

Destacado: El menú creado por el chef Edgar Palau para la taquería del restaurante El Barrio tiene entre sus estrellas el taco de rib eye con costra de queso.

Número de habitaciones: 115.

ESCONDIDO OAXACA

El proyecto arquitectónico de Escondido Oaxaca estuvo a cargo de Alberto Kalach

El nuevo hotel de Grupo Habita,

, que abrió sus puertas en noviembre de 2019, ocupa una casona del siglo XVIII en el centro de la capital oaxaqueña. El trabajo de restauración y la construcción de un edi cio adyacente estuvieron en manos de Alberto Kalach-Taller de Arquitectura X, mientras que del interiorismo se encargaron Lucía Corredor y Cecilia Tena, de la mueblería vintage Década, y Carlos Couturier. El resultado es un diálogo permanente entre el pasado y el presente, una combinación entre acentos contemporáneos y paredes en tonos neutros en las que aún pueden verse las huellas del paso del tiempo y los frescos originales de la casona. Cada una de las 12 habitaciones –cuatro en la edi cación original y ocho en la nueva– siguen una decoración minimalista, con muebles hechos a mano con materiales naturales, como madera, palma y piedra, y textiles en colores tierra. Frente al patio central están el restaurante dirigido por el chef Mario Petterino, cuyo menú se inspira en la cocina italiana de Piamonte, y el Culture Room, un espacio pensado como cuarto de silencio y lectura. Y en la terraza del último piso, un bar con techo de pérgola acompaña una alberca con vistas hacia el centro de la capital oaxaqueña. (Doménica Díaz)

Destacado: El hotel reúne artesanías típicas de Oaxaca, por lo que también es un museo viviente.

Número de habitaciones: 12.

THE CAPE, A THOMPSON HOTEL

Manta es un concepto de Enrique Olvera a cargo del chef Abisai Sánchez

La arquitectura contemporánea del mexicano Javier Sánchez enmarca el paisaje de Los Cabos –el famoso Arco y la bahía de Cabo San Lucas– en el hotel

, que recrea el estilo relajado del sur de California de los años 60. En él, todo se centra en los detalles: dos piscinas construidas en formaciones de roca natural; piezas de cerámica Suro y tinas de cobre en cada habitación; y un spa donde la luz y la sombra se mezclan con el sonido del impetuoso Mar de Cortés para hacer honor a su nombre, Currents. Y desde luego, está su exquisita oferta gastronómica encabezada por , un restaurante dirigido por el chef Enrique Olvera y que tiene como jefe de cocina a Abisaí Sánchez. Su menú fusiona lo mejor de las cocinas mexicana, peruana y japonesa, y ha consagrado platillos como los tacos de camote con miso y mole almendrado, o los anticuchos de pulpo con mayonesa de chorizo. Tampoco hay que olvidar los ceviches y tacos que se sirven en Point Break, el restaurante de la alberca, o las creaciones de The Ledge, que apuesta por la comfort food en su estado más puro. Finalmente, el Lobby Bar y The Roo op han elaborado una amplia selección de cocteles que celebran la creatividad y la innovación en la mixología.

Destacado: El pan francés que se sirve en The Ledge es una creación que ha conquistado tanto a niños como a adultos.

Número de habitaciones: 161.

FOUR SEASONS PUNTA MITA

El restaurante Dos Catrinas fue remodelado recientemente

En 2019, este hotel y el desarrollo dentro del que se localiza celebraron 20 años de existencia. Dos décadas no han sido capaces de mermar, en lo más mínimo, el atractivo de este resort de playa que se mantiene como uno de los más privados y exclusivos de la Riviera Nayarit. Su generosa franja de playa conduce hasta la famosa Cola de Ballena –el hoyo 3B del campo de golf Pacífico, uno de los dos que tiene el complejo– y tiene una gran cantidad de puntos donde relajarse y observar el atardecer. Por su parte, la infinity pool principal, a la que tienen acceso todos los huéspedes, y el complejo de albercas Tamai, exclusivo para adultos, son perfectos para disfrutar los días soleados y el clima templado que caracterizan el destino. Todas las habitaciones y villas del

fueron sometidas, recientemente, a una profunda remodelación, y el restaurante Dos Catrinas, concebido para ser el corazón del hotel, ofrece desde hace unos meses una amplia muestra de la gastronomía de la región, basada, sobre todo, en los productos del mar. La apuesta por el bienestar de los huéspedes se hace evidente en los tratamientos insignia del spa –realizados con productos como tequila, aceite de salvia y nopales–, así como en sus imperdibles clases de yoga a la orilla del mar.

Destacado: La experiencia de Sea Foraging, que consiste en explorar las playas en busca de animales y algas que luego son cocinadas por el chef del hotel.

Número de habitaciones: 177.

HACIENDA DE SAN ANTONIO

El hotel Hacienda de San Antonio se localiza a los pies del volcán de Colima

Fundada en 1879, la

, a los pies del volcán de Colima, se dedicaba, originalmente, a la producción de café. En 1980 fue adquirida por el empresario y multimillonario franco-británico James Goldsmith, quien la sometió a un meticuloso proceso de restauración y decoración para convertirla en su refugio vacacional. Tras la muerte de Goldsmith, su familia decidió convertirla en un hotel y, al día de hoy, sus políticas de operación la han convertido en un referente en temas de sustentabilidad y autosuficiencia. El rancho Jabalí, ubicado a sólo 10 minutos de distancia, es una propiedad hermana de 200 hectáreas donde se cría ganado y se producen casi todos los insumos que se emplean en el hotel, desde quesos, leche y mantequilla hasta café, jabones y repelentes. En este lugar, la naturaleza impone su autoridad y lo mismo se puede explorar la hacienda con el sonido del agua de los ríos y arroyos que la rodean como música de fondo, perderse en sus enormes e impecables jardines, o disfrutar de una comida campestre en una enorme pradera habitada por caballos. Un atractivo extra es que en el camino hay que pasar por Comala, ese pueblo mágico en el que Juan Rulfo ambientó su novela Pedro Páramo. También existe la opción de llegar por avioneta y aterrizar en su propia pista.

Destacado: Realizar un paseo en globo al amanecer es una de las mejores maneras de admirar la magnitud y la belleza de esta propiedad.

Número de habitaciones: 25.

AMOMOXTLI

Amomoxtli cuenta con una amplia oferta de bienestar

Durante décadas, Tepoztlán ha sido considerado como un punto geográfico cargado de energía, y hoy es visitado por viajeros de todo el mundo en busca de un retiro espiritual. Frente al cerro del Tepozteco, el hotel

ofrece un programa de bienestar integral que reúne terapias, ceremonias de temazcal, limpias y sesiones de yoga en medio de la naturaleza. El inmenso jardín de la propiedad se convierte en un oasis que fomenta el descanso y la desconexión del ruido, el movimiento y el estrés de las ciudades. Ahí, cinco cabinas voladas integran el spa, cuyos tratamientos se inspiran en las técnicas ancestrales de las comunidades de la región central del país y utilizan aceites e ingredientes naturales. La experiencia continúa bajo el sol, en la alberca y los jacuzzis al aire libre, o dentro de un temazcal tradicional donde se celebran distintos rituales guiados para alcanzar un máximo estado de relajación física y mental. El restaurante del hotel, Mesa de Origen, contribuye al bienestar pleno con un menú ligero a base de plantas, semillas y ores recolectadas en las faldas de la montaña. (Doménica Díaz)

Destacado: El ritual relajante de la montaña es un tratamiento corporal de barro y lavanda diseñado para relajar y suavizar la piel y facilitar el sueño.

Número de habitaciones: 37.