La hospitalidad de lujo a la francesa abre sus puertas sobre Paseo de la reforma
La primera propiedad en México de la marca Sofitel –que forma parte del portafolio del grupo de hospitalidad francés, Accor– ha abierto sus puertas en una ubicación privilegiada: a unos pasos del Ángel de la Independencia, sobre Paseo de la Reforma . Para visitantes y chilangos, esto representa no sólo una nueva opción de hospedaje de lujo, sino de nuevas opciones gastronómicas.
"A grupo Accor nos parecía muy curioso que la ciudad más grande que del mundo no hubiera tenido una apertura de un hotel de lujo en más de 10 años –comenta Sylvain Chauvet, Gerente General de Sofitel Mexico City Reforma –. Así que nos parecía un buen momento de abrir un hotel de lujo con ADN francés, en México."
Sofitel es una de las 32 marcas dentro del portafolio de Accor, grupo que tiene una presencia en nuestro país de más de 20 años. Y aunque decisión de abrir este hotel en la capital mexicana tomó su tiempo, resulta muy oportuna, ahora que la ciudad goza de un boom alrededor mundial como capital turística, por su reconocida oferta gastronómica y cultural.
De entrada, llama la atención la fachada de la entrada principal del hotel en planta baja, la cual es de una casa restaurada, construida originalmente en 1938. La estructura histórica se incorpora al diseño moderno del edificio de 40 pisos con el fin de preservar la arquitectura y la historia de la ciudad.
Como huésped, el lobby te recibe en el piso 14, un punto a favor del hotel, pues mientras haces check-in aprovechas las vistas panorámicas de la Ciudad de México. De ahí es posible descender al siguiente nivel a través de una escalera escultórica.
En el interior, la propiedad alberga 275 lujosas habitaciones, dos experiencias gastronómicas distintivas y tres bares, un Sofitel Spa with L'Occitane –el primero en México–, un moderno gimnasio, una amplia propuesta de salones para reuniones y eventos y nuestro lugar favorito: la piscina techada, que resulta un santuario muy masculino, con vista a la ciudad de México.
“El más nuevo Sofitel encantará a los viajeros de lujo más exigentes y a los lugareños chic", comenta Heather McCrory, CEO de Accor América del Norte y Central–. Esta ubicación no sólo representa una vista privilegiada para sus habitaciones, sino que también es una oportunidad para que sus huéspedes conozcan los barrios los barrios aledaños, que son los que cuentan con las mejores tendencias gastronómicas en la CDMX, como la colonia Roma, la Condesa o la Juárez. "Además es un barrio muy seguro, lo cual es un tema que concierne mucho a los visitantes", añade Sylvain.
De todas las marcas de Accor, Sofitel es la que tiene una personalidad más francesa, de ahí que hayan incorporado el “Ritual de las Velas”, es una ceremonia que da vida a cada atardecer y cuya inspiración tiene origen en en el encendido del alumbrado de las calles de París.
El total de las elegantes habitaciones están divididas en distintas categorías: 219 habitaciones superiores de lujo y 56 suites, ubicadas de los pisos 15 al 37; todas con vistas extraordinarias de la Ciudad de México. Las distintas habitaciones tienen en común su decoración moderna y gran amplitud, vestidas con tonos serenos y frescos, con toques armónicos, complementadas con materiales contrastantes que incluyen paredes texturizadas, paneles de madera y acabados de mármol.
El hotel también cuenta con una Suite Imperial de innovador diseño ubicada en el piso 37 con más de 300 metros cuadrados de espacio habitable y ventanas de piso a techo en toda la suite, que incluye una sala de estar y un comedor.
Diseñadas para maximizar la funcionalidad sin comprometer el lujo y la comodidad, las habitaciones cuentan con amenidades bien pensadas, como productos de baño de la marca francesa L'Occitane, cafeteras Nespresso y un amplio menú de almohadas, así como tecnología intuitiva que va desde conectividad Bluetooth hasta cortinas automáticas.
Un nuevo hotspot para los locales.
Evidentemente, el hotel representa un atractivo para hombres de negocios por un lado, y para los chilangos en general por sus distintas propuestas gourmet y de mixología.
El Lounge del Club Millésime es el santuario privado de Sofitel en el piso 36 por estar reservado para los huéspedes que se alojan en las habitaciones Club Millésime. Sus amenidades incluyen check-in privado, servicio de conserjería propio y acceso a otros privilegios especiales, como los exclusivos artículos de baño Hermès.
Por otro lado está Bajel, su lugar de fine dining que promete un viaje sensorial inesperado a través de la alta cocina en un ambiente refinado e íntimo. Aquí la cocina es un homenaje a los sabores de México.
También tenemos Balta, el restaurante donde se fusionan los sabores de la costa del Mediterráneo hasta las de México, con un toque particular que le dará a los platillos su parrilla de leña. Aquí la idea es la de compartir, con sus mesas comunales, es perfecto para familias. Además, es ideal para desayuno de fin de semana o de negocios. Particularmente su chef repostera es una garantía. Así que no puedes irte sin echarte un buen croissant. Su brunch de domingo, cabe pronosticar, se apunta a ser de los favoritos.
Hay dos puntos que particularmente hay que visitar antes de que la lista de espera para reservar se vuelva larga. Uno es Freehouse, de inspiración speakeasy, es "un bar premium a nivel de calle donde es posible fumar un puro al final de la tarde, después del trabajo", comenta Chauvet. Por otro lado, el que en definitiva se convertirá en un must en poco tiempo será Cityzen, su bar ubicado en el piso 38 del hotel, con una vista inigualable de 180 grados, el cual ofrecerá una mixología excepcional, con cócteles creativos con un toque único mexicano.
“Sofitel combina ingeniosamente la esencia de cada destino con el espíritu francés de art de vivre de la marca, logrando así una profunda conexión de tradiciones, siempre con experiencias únicas para vivir", concluye Chauvet.