Shanghái en medio de París
París es una ciudad con varios corazones. En uno de ellos, cerca de la Madeleine, el jardín de las Tullerías, el Louvre y la place Vendôme, está el Buddha-Bar Hotel, una caja llena de sorpresas para los viajeros que buscan una experiencia multicultural, como sugiere el lema “A voyage within a voyage” de Raymond Visan, creador del concepto Buddha-Bar, hace dos décadas.
Con ello, el visionario Visan se refiere a su deseo de absorber y fusionar las culturas que ha conocido durante sus múltiples viajes, para crear proyectos de avanzada que satisfagan las expectativas de la clientela internacional más exigente.
No puede haber nada más francés que el edificio de 1734 donde el Buddha-Bar Hotel abrió en 2013, a solo una calle del Buddha-Bar original. Sin embargo, desde el lobby queda clara la inspiración en el lejano oriente, con el mosaico de un dragón que simboliza la vida y la fuerza, y que aparece como leitmotiv en otras áreas, y las 90 lámparas chinas rojas del techo.
La intención es proponer un viaje en el espacio y el tiempo al Shanghái de la década de 1930. Es como si entraras a un templo asiático tradicional con un toque de estilo contemporáneo, diseñado por el arquitecto François Wapler con la guía de los Visan.
El efecto es notable en los corredores, decorados con seda amarilla imperial y paneles de piedra negra del Himalaya, y en las 56 habitaciones, 19 de ellas suites, con los pisos de roble aceitado, los armarios acabados con laca escarlata y la figura del dragón, que se repite en los espejos y la tina del baño.
Mención aparte merece la suite de Gagny, bautizada en honor del dueño original del edificio, Augustin Blondel de Gagny, un respetado coleccionista de arte y tesorero real del rey Luis XV. Los frescos de este palacio dentro del palacio son altísimos, y los frescos y las molduras del siglo XVIII han sido cuidadosamente restaurados. En 182 metros cuadrados tiene una habitación, una sala, otra habitación más pequeña y un baño espectacular.
El restaurante Le Vraymonde sirve platillos que fusionan gastronomía asiática con productos franceses. Cada domingo, en su terraza de 200 metros cuadrados (un must para disfrutar una agradable velada parisina), hay un brunch basado en los cuatro elementos de la naturaleza. Tiene un centro de well-being y su Le Qu4tre Lounge Bar es ideal para consentir la garganta en un fresco atardecer chino… quiero decir, parisino.
Buddha-Bar Hotel.
4, rue d’Anjou, 75008, París, Francia.
Miembro de la colección L.V.X. de Preferred Hotels & Resorts, el grupo de hoteles independientes más grande del mundo.
preferredhotels.com