Durante el fin de semana, Los Ángeles celebró la primera edición de
en la ciudad.Para Victoria Siddall, directora de las Frieze Fairs, “muchos de los grandes
y escritores han vivido y trabajado en Los Ángeles, una con una increíble propuesta de museos, galerías y escuelas de arte, que juegan un papel principal en el arte internacional. Frieze Los Ángeles agregó una nueva dimensión a la escena cultural de la ciudad”.Dentro de los Paramount Studios, la feria estuvo dividida en dos: el espacio principal reunió a todas las galerías participantes. Aquí, predominaron las instalaciones iluminadas, los juegos con espejos y los mensajes sobre la búsqueda de identidad y el futuro de la humanidad.
Detrás, el backlot de los estudios fue dedicado a instalaciones gigantes, esculturas al aire libre y performances. En esta zona, una de las piezas mejor recibidas fue Female Odobenid, de Max Hooper Schneider. En medio de la calle de un lote de filmación que recrea a la silueta de
, sorprendió una escultura gigante que, combinando formas orgánicas con cables electrónicos, hizo una exploración de la evolución y el futuro potencial.“No es sorpresa que la siguiente apuesta de Frieze fuera Los Ángeles, una ciudad que está empezando a dictar las nuevas normas y paradigmas del arte global. Al final, la feria siempre ha funcionado como una ventana hacia las nuevas tendencias y un punto de encuentro entre empresarios, curadores y artistas”, dijo Thomas Girst, director del
.Dicha plataforma, que ha sido partner de Frieze desde su primera edición en Londres, está dedicada a abrir nuevos caminos para las propuestas jóvenes y a acercar al mundo al arte contemporáneo.