La conmovedora carta que le escribe un hijo a su padre
Papá:
Las cosas que verdaderamente valen en la vida requieren de paciencia. Bien decías que “todo llega a su tiempo”, pero nunca me imaginé que no solo te refirieras a esperar a la persona correcta o al trabajo ideal. Nunca pensé que en realidad estuvieras hablando de disfrutar esos pequeños momentos que nunca van a volver.
Me cuesta recordar, diciéndome que algún día encontraré el verdadero gusto a la vida, aunque todavía no fuera capaz de entenderlo, mientras cortabas el queso en la tabla, me lo ofrecías junto al jamón serrano que tanto te gustaba y yo solo te hacía cara de querer estar en otro lado. O esas veces en que querías hablar conmigo y escucharme, y yo solo no quería hablar y ni escuchar. Y me cuesta, no porque mi memoria falle, sino porque hoy que no te lo puedo agradecer, me doy cuenta que hay tantas cosas que me enseñaste que no supe disfrutar cuando debía. Pero era joven y aún no sabía del valor de dejar que el tiempo cubriera de perfección los momentos importantes.
Ahora lo sé. Y no es demasiado tarde. Es tal como me advertiste, lo bien hecho tiene otro sabor, solo hay que saber esperar.
Gracias papá, lo hiciste bien. Tomó tiempo, pero hoy puedo saborear el recuerdo de tu compañía, y ¿sabes algo? Es perfecta.