Frida, el arte de cocinar
Si tuvieras la oportunidad de describir la comida mexicana en una palabra, ¿cuál sería? ¿tradicional?, ¿única?, ¿exquisita? En Grand Velas la definimos como “Frida”, la culminación de los sabores nacionales y la cálida experiencia donde se vive con pasión la creación de instantes y momentos que “saben” muy familiar. Este restaurante es reconocido gracias a sus platillos 100% mexicanos, cada uno preparado por manos e insumos 100% mexicanos –extraídos de distintos estados de la República– y traídos a un nuevo nivel por su modo vanguardista de preparación que involucra técnicas de cocción al alto vacío, espumas y cocina molecular, sin dejar la manera tradicional de nuestros ancestros.
“Vivo cada día con la esperanza de verte regresar… y cada noche sabiendo que no estás”, la musa de esta cocina –como su nombre lo indica– es Frida y todo lo que esta artista era: pasión, amor, color y por supuesto Diego, su gran inspiración que a su vez también lo fue para la creación del menú, “se nos ocurrió una idea entre pláticas con otros chefs sobre ¿qué pasaría si se pelearan?, pues Diego iría a la calle. ¿Y qué haría en la calle?”, comentó el chef ejecutivo de Grand Velas Los Cabos, Juan Licerio. Tras concluir que tendría que buscar comida, deciden crear Diego a la calle, un menú que presenta un tour a través de nuestros estados –desde la CDMX con los tacos de carnitas, hasta los tacos de sesos en Monterrey– con la comida que él encontraría en la calle, pero con lo que ellos denominan “el estilo Grand Velas”.
Como esta aventura, muchas se cocinan dentro y fuera del lugar, “creamos ese factor wow, queremos que conozcan estas típicas delicias y lo recuerden en su memoria como un momento especial”, dijo el chef Licerio tras mostrarnos los ingredientes que utilizarían para preparar su famoso: Huarache de pulpo. En su base se encuentra una perfecta tortilla de maíz cocinada sobre un comal y por encima se aprecia el pulpo, que fue cocinado a una baja temperatura hasta llegar al punto perfecto en el que su suavidad se asemeja a la mantequilla –esto para quitar su dura textura–; todo esto fusionado con los exquisitos frijoles, un toque de epazote y un poco de aguacate a punto de crema para derretirse en tu boca, creando una adicción por seguir degustando este exquisito manjar mientras tu mente viaja a través de los sabores hacia el mar, la arena y a un recuerdo muy personal en familia.
Como este platillo, la idea de Grand Velas se basa en explotar al máximo los sentidos de sus huéspedes: los inolvidables olores, excitantes sabores, increíbles vistas e interminables pláticas que se crean en la mesa alrededor de una oferta gastronómica incomparable. Ningún bocado es igual al anterior, es único, así como los comensales que disfrutan en este restaurante. “Aquí vienen a sus cumpleaños, logros o simplemente por el placer de estar juntos; así son nuestras raíces, buscamos la excusa perfecta para estar juntos. ¡Todo gran momento lo celebramos con alimentos y Frida nos invita a esto”, aseguró el chef tras decir “¡buen provecho!” y permitir aventurarnos una vez más en este Escape Culinario.