10 ciudades y países imperdibles que debes visitar en 2017

A sólo 250 kilómetros de Venecia, Liubliana se perfila para convertirse en la nueva gran puerta de entrada a Europa oriental. Elegida como Capital Verde de Europa en 2016 y con Eslovenia ocupando la décima posición en el Índice Global de Paz, la metrópolis se ha convertido en un ejemplo a seguir para otros centros urbanos en el continente. El protagonismo de los parques, las avenidas del centro libres de automóviles y la cercanía con sorpresas naturales como la Cueva de Postoina, la más larga que se puede visitar en Europa, la hacen una consentida de los amantes de la naturaleza.

Con un pie en la tradición islámica y el otro lanzado al futuro, la metrópolis sobre el mar Caspio ha encontrado en la arquitectura el medio para construir su carácter y la voluntad para seguirlo transformando. Grandes edificios que sobreviven desde el siglo XII como la Torre de la Doncella sirven de contrapunto a proyectos contemporáneos que exhiben la riqueza petrolera de la ciudad –el polémico Centro Heydar Aliyev de Zaha Hadid es un ejemplo– y establecen un diálogo con el pasado soviético de Azerbaiyán. Compleja, multicultural y cosmopolita, Bakú sintetiza el espíritu compartido por las grandes urbes del siglo XXI.

Amparada por una de las regiones vinícolas más importantes del Nuevo Mundo y su consecuente desarrollo gastronómico, la capital sudafricana ha hecho de los ingredientes locales y las recetas que combinan tradiciones europeas con africanas y asiáticas el centro de su crecimiento turístico. Una visita a los viñedos de Constantia y un paseo por el menú de The Test Kitchen –ubicado en el lugar 22 de los World’s 50 Best Restaurants– merecen una entrada en tu agenda. En 2017, Cape Town prepara la apertura del Museo Zeitz de Arte Africano Contemporáneo, el más grande construido en el continente en más de un siglo.

Usualmente relegada al segundo plano detrás de otras grandes ciudades sudamericanas, La Paz renace de la mano de propuestas gastronómicas, de hospedaje y de movilidad capaces de soportar cualquier reinvención. Su reconocida altitud –más de 3,500 metros sobre el nivel del mar– y las calles que han sabido conservar su carácter colonial, son ahora el escenario en donde propuestas culinarias como la de Gustu –fundado por Claus Meyer, una de las mentes detrás de Noma en Copenhague– conviven con pequeños hoteles trendy como Atix y con los arrebatadores paisajes andinos que circundan a la urbe.

Museos como el Amparo o el Museo Internacional Barroco (el primero de ellos construido por Enrique Norten; el segundo, por Toyo Ito), una de las escenas culinarias más interesantes en el país (El Mural de los Poblanos e Intro son paradas obligadas) y una colección de edificios que conservan cerca de cinco siglos de historia entre sus paredes, se han encargado de hacer de Puebla una de las metrópolis más atractivas en el país. Este año, Rosewood Puebla –un ambicioso hotel de lujo que se suma a un proyecto de recuperación de la zona fundacional de la ciudad y que planea abrir sus puertas durante el primer semestre– ofrece una razón más para redescubrir una de las ciudades más antiguas de México.

El secreto mejor guardado de Alemania se revela bajo el brillo de ocho estrellas Michelin. Schwarzwaldstube, Bareiss y Schlossberg son los tres restaurantes encargados de trazar esta orgullosa constelación que descansa sobre la pequeña comunidad de 15 mil habitantes y que atrae a los paladares más ambiciosos del planeta al corazón de la Selva Negra.

El contraste entre los edificios medievales y algunas de las construcciones modernas que se han levantado sobre el puerto; las inagotables (e inolvidables) instantáneas que el paisaje nos regala; y una expansiva vida nocturna: todos son pretextos que justifican una visita a la capital galesa. Sin embargo, este año Cardiff exige un lugar en tu lista de viajes: el 3 de junio la ciudad cambiará los jerseys de rugby por los del soccer cuando el Estadio Nacional de Gales reciba la final de la Champions League.

En años recientes, Mongolia –famosa por sus grandes extensiones de tierra inhabitada y las tribus nómadas que las atraviesan– ha transformado a su capital en un centro metropolitano listo para recibir a todo tipo de viajeros. NUBIA, el nuevo aeropuerto en la ciudad de Ulán Bator (“El proyecto más grande emprendido entre los gobiernos de Mongolia y Japón”, presume en su sitio) y la llegada de grandes cadenas hoteleras como Shangri-La en 2015 son testimonio de la transformación que anima a la ciudad.

Opacada por los viñedos que la rodean, la pequeña ciudad de Napa –su desenfadado Oxbow Market, los sándwiches de la Model Bakery y un paseo entre las mansiones– que poco a poco se han transformado en algunos de los albergues más cuidados en los Estados Unidos– merece estar en el radar de cualquier visitante que persiga algo más en las colinas del centro de California que el fondo de las botellas.

Proyectada para abril de 2017, la inauguración de Miavana –un resort de 14 villas que presumen todos los servicios necesarios durante una aventura africana– apuntala la apuesta que la isla, rica en paisajes naturales (desiertos, bosques, montañas, cascadas) y en donde más del 90% de la flora y fauna son endémicas, ha pactado con el turismo. Aceptamos el desafío.