4 lugares de hamburguesas imperdibles en la CDMX
Allá en el siglo XIX, Hamburgo se lanzó a la fama por su carne de alta calidad moldeada en forma de patties. Cuando un grupo de alemanes emigró a Estados Unidos, crearon una versión americanizada de este platillo, dándole vida a lo que hoy conocemos como hamburguesas.
La CDMX tiene una oferta interminable de cocineros ansiosos por conquistar al carnívoro hambriento. Entre restaurantes de casual dining y changarros callejeros, te dejamos aquí cuatro lugares que tienen el sello de imperdible.
WLB (Michoacán 172, Condesa) es uno de los reyes de la hamburguesa. Su menú va desde la más clásica cheese burger hasta una Gorgory –sustituyendo el pan por una dona glaseada-. La visita valdrá la pena si te enfocas en lo diferente, como un huevo estrellado –en la Belieber- o un cubo de queso brie frito en tempura –en Louis XIV-. La de casa –WLB- es la favorita de la clientela: queso cheddar, tocino y un aro de cebolla.
El grandísimo chef Toño de Livier se dio un respiro de humildad abriendo Neipols Burger, un localito de autor dentro de Mesa Nápoles (Kansas 38, Nápoles) –nueva opción dentro del furor de mercados gourmet-. Tropicalizando lo gringo, nos trae una Teleburger: pan telera, carne molida rellena de chorizo, nopales, aguacate, salsa verde cruda, queso oaxaca y chicharrón crujiente.
Rodrigo Carrasco es un genio. Su primogénito, Kitchen 6 (Altavista 207, San Ángel), se ha hecho paso entre los mejores lugares para comer hamburguesas en la Ciudad de México. Este gastropub presume ingredientes como como pato confitado al chipotle, cordero al pastor o compota de cranberries. No dejes de probar la Pub Burger: sirloin –o wagyu- con centro de queso cheddar, pulled pork y aderezo de mezquite.
"En una esquina de la Roma (Morelia esq. Colima), en ambiente completamente callejero, las Hamburguesas a la Parrilla hacen aparición estelar. El olor a carbón es un imán para atraer taxistas, oficinistas en pleno rush o simplemente algún curioso que va pasando por ahí. El tamaño es perfecto; la devoras sin problema. De hecho, si llegas con mucha hambre, puedes comerte hasta dos. Hay varias opciones para satisfacer cualquier tipo de gusto, pero el toque de la casa lo tiene la Quesopiña. Por cierto, están abiertas cuando más se te antojan: saliendo de un bar", vía Adriana Prieto.
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