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¿Por qué son tan adictivos los waffles?

Te contamos la historia y la verdadera identidad de esta joya dulce
jue 17 marzo 2016 12:18 AM
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Shutterstock - (Foto: Shutterstock)

Curiosamente el llamado popularmente waffle belga, como lo conocemos, no es exactamente originario de Bélgica. Este tipo de waffle es en realidad el resultado de la adopción y transformación del platillo original por la gastronomía americana. Por eso se come muy diferente al de Bélgica: recargado y muy exagerado. Te contamos un poquito la historia y la verdadera identidad de esta joyita.

Su primera aparición en Estados Unidos fue en 1962 en la World's Fair de Seattle, pero no fue hasta 1964 que se coló al corazón del pueblo americano. En la feria del mundo en Queens, la familia Vermersch presentó los waffles tal y como se comen en Bélgica. El éxito no tardó en llegar y se popularizó por todo el estado.

Como la mayoría de la cocina que llega a Estados Unidos, las diferencias de preparación con Bélgica son muy grandes. En el país originario, los waffles son un snack callejero que se come con las manos. Generalmente se consume a medio día o de postre y, sea la hora que sea, jamás lo bañan en miel o mantequilla.

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Hay dos tipos de waffle: Liege y Brussels. El primero se hace con una masa espesa que tiene perlas de azúcar. Son waffles pesados y con figura irregular. El Brussels waffle está hecho con levadura especial para que sea airoso y crujiente. Su figura es rectangular, muy definida y tiene hoyitos más profundos.

El que la familia Vermersch dio a conocer fue el Brussels, pero sabían que para que siguiera teniendo éxito debían cambiarle el nombre; así fue como nació el waffle belga. Su crecimiento fue exponencial. Pasó se der comida callejera a ser comida de diner. Hoy en día es uno de los símbolos de la cocina americana.

Para comerlos en la Ciudad de México pasa por Freims  (Orizaba 113, Roma). Aquí preparan todo con waffles, desde sándwiches hasta molletes. Los hay salados y, por supuesto, muy dulces. Para comerlos al estilo estadounidense, date una vuelta por La Trattoria Della Casa Nuova  (Av. de la Paz 40, San Ángel): airosos, crujientes y con frutos rojos.

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