Cena de autor: las galletas de los hermanos Wright
Ya en la mitología clásica encontramos señales de las ansias del ser humano por levantar los pies del suelo y ascender para dominar el cielo. Aunque, en dichas historias, héroes como Ícaro acababan mordiendo el polvo de la peor de las formas.
No fue hasta principios del siglo XX que dos hermanos estadounidenses lograron desarrollar y construir la primera máquina de vuelo propulsada, tras romper unos cuantos prototipos de planeadores.
Obviamente, se trataba de un invento ya en desarrollo, pero si Orville y Wilbur Wright fueron inmortalizados en la historia por ello es debido a que ellos son los pioneros que cruzaron la meta. Es por eso que de 1905 a 1907 pasaron largas noches en vela perfeccionando el avanzado y complejo mecanismo. Siendo ambos abstemios, su combustible creativo y físico constaba de galletas y café mientras recogían datos y apretaban tuercas.
De hecho, el frugal y sencillo menú sirvió para darles energías el día que pusieron el Flyer I en el cielo, en un campo de Carolina del Norte un 17 de diciembre de 1903. Al fin y al cabo, a veces, en la sencillez radica la genialidad. Te damos la receta de dichas galletas, un antojo de altos vuelos perfecto para cualquier momento del día.
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Ingredientes
2 tazas de harina
4 cucharas de té de levadura en polvo
1/2 cuchara de té de sal
4 cucharadas de manteca
3/4 de taza de leche
Preparación
Tamiza bien todos los ingredientes secos como la harina, la levadura y la sal en un bol. A continuación, añade la manteca uniformándola con un tenedor y vierte aquellos líquidos mezclándola hasta conseguir la masa. Una vez la tengas, aplasta el resultado con un rodillo sobre una tabla llena de harina hasta conseguir un grosor de un poco más de 1 cm. Corta las galletas con un molde y hornéalas a unos 250 °C durante 12 minutos. Disfrútalas con una buena taza de café al gusto.
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