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Cena de autor: la quiche lorraine de Hitchcock

Descubre el platillo que fascinaba al orondo y genial director de cine
mar 10 noviembre 2015 03:31 AM
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Getty Images - (Foto: Getty Images)

Durante el rodaje de Náufragos, en 1944, la mujer de Alfred Hitchcock le obligó a ponerse a dieta a base de café, melón cantaloupe y carne. El orondo director británico lo intentó –sin conseguirlo– y mostró su buen humor respecto a la penitencia apareciendo en un periódico a modo de anuncio de pérdida de peso, cumpliendo de paso con su obligatorio cameo fílmico. 

Ciertamente, si algo fascinaba al maestro del suspense y el terror, eso era la comida. La mente tras Psicosis (1960), Los pájaros (1963) o La ventana indiscreta (1955) necesitaba alimentar su genio con los platillos que más le gustaban, llámenlo combustible creativo. Entre sus platos favoritos se encontraba, ocupando un lugar de honor, la quiche lorraine; cada vez que el director intentaba una dieta volvía a ganar los kilos perdidos con este pastel salado.

Es por eso que hoy te brindamos la receta de esta delicia capaz de hacer perder la cabeza a uno de los mayores genios del séptimo arte. De hecho, cuentan que cuando éste la comía casi no respiraba entre bocado y bocado. Al fin y al cabo, su abultada figura era su signo de identidad y la quiche le ayudaba a mantenerla. Así que te animamos a probarla para comprobar que Alfred tenía razón. ¡Buen provecho!

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Ingredientes

Para el hojaldre:

2 tazas de harina para hojaldre

1/2 taza de mantequilla fría, cortada a trocitos

1 yema de huevo

1 pizca de sal

1/4 de taza de agua fría

 

Para el relleno:

2 o 3 cortes de jamón cocido a dados

2 cebollas cortadas

4 huevos grandes

1 pizca de pimienta de cayena

1 pizca de nuez moscada

2 tazas de leche caliente

 

Preparación:

Junta la mantequilla y la harina con tus dedos hasta conseguir una textura similar a una arena gruesa. Añade la yema de huevo, la sal y el agua fría y mézclalo hasta conseguir una masa. Cubre el resultado con plástico y déjalo descansar durante una hora.

Estira la mitad de la masa (la otra guárdala para otro pastel) con un rodillo para conseguir una base de unos 25 centímetros. Con un tenedor, pincha en diferentes lugares. Dobla los bordes ayudándote con los dientes del tenedor. A continuación, dispersa el jamón cortado en la corteza.

Saltea las cebollas cortadas en mantequilla hasta que estén blandas pero no marrones. Colócalas encima del jamón. Por otro lado, bate 4 huevos junto con la sal, la pimienta de cayena y la nuez moscada. Gradualmente, añade las 2 tazas de leche caliente mientras lo bates todo enérgicamente con una batidora de alambre hasta conseguir una mezcla espesa. 

Vuelca el resultado en el hojaldre e introdúcelo todo en un horno moderadamente caliente (190 °C) durante 30 minutos o hasta que la parte superior del relleno esté dorada y gratinada.

Servir caliente, a poder ser recién salido del horno.

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