Tragos de autor: El Hugo de Nico Hülkenberg
Los tiempos en que algunos pilotos de carreras eran playboys excesivos, como el británico James Hunt, quedaron atrás. En la actualidad, los equipos de Fórmula 1 exigen a sus integrantes una estricta dieta que, por motivos obvios, prohíbe el alcohol en la mayoría de ocasiones. No es para menos, un fallo mínimo puede ser desastroso en la pista y fatal en la vida del conductor.
Sin embargo, el estrés de acelerar a la velocidad del rayo y la claustrofobia de la cabina en el circuito son cosas de las que es necesario desconectarse. El piloto alemán, de 28 años, Nico Hülkenberg lo sabe perfectamente. Uno no compite en una escudería tan destacada como Sahara Force India , ni gana las 24 horas de Le Mans en su primera participación si no sabe relajarse.
Y ¿qué mejor forma de descansar que con un trago con los sabores típicos de tu país de origen? Eso debe de pensar Nico, quien, cuando se junta con sus amigos de toda la vida en su pueblo natal en el norte de Westfalia, siempre prepara un drink típico del verano italiano y alemán al que llaman El Hugo.
Clasificado como una bebida tipo spritz —un coctel a base de agua mineral y vino—, este sofisticado aperitivo fue creado en 2005 por el mixólogo Roland Gruber en el Tirol italiano y goza de una grandísima popularidad en todo el sur de Alemania, por tratarse de un trago tan ligero como refrescante que, además, es extremadamente fácil de preparar. Un drink perfecto para el conductor del coche número 27, que se encuentra en el auge de su carrera, ideal para beberlo a velocidades como las de un auto de Fórmula 1... y con la misma adrenalina.
Porque, de vez en cuando, hasta los pilotos deben frenar un poco.
Leer: G.H. Mumm, el champagne oficial de la Fórmula 1
Ingredientes
2 oz. de vino blanco espumoso
1 1⁄2 oz. de St. Germain
1 1⁄2 oz. de agua mineral
4 hojas de menta
1 rodaja de limón
Modo de preparación
En una copa grande de vino se introducen cuatro hielos para enfriar el coctel y se agrega primero el vino espumoso. Posteriormente, se añade el licor St. Germain para acabar diluyéndolo todo con el agua mineral. Como remate, se decora con la menta y el limón y se revuelve con una cuchara mezcladora.
También podría interesarte |