El Rey lo hacía todo a lo grande: cantar, bailar e incluso comer. Pese a no ser lo más sano del mundo, Elvis Presley bien disfrutaba de cantidades copiosas de comida y cuanto más grasienta fuera mejor. No es por nada que el ídolo de gran parte de las chicas estadounidenses pasara de ser el chico rockero perfecto en los 50 a cantar en Las Vegas en los 70 con bastante sobrepeso (tendencia genética familiar) enfundado en un traje blanco. Es algo triste ver el deterioro de un genio musical como él y muchos achacan esto con cierta inseguridad de la que sufría.
Aún así, probar alguna vez el sandwich favorito del rockero no le hace daño a nadie. De hecho, se trata de una grasienta delicia que te acerca gastronómicamente a su estilo de vida. Por lo tanto, te presentamos al denominado sándwich Elvis, bautizado tras él y preparado por su madre.
Aunque seguro que puedes encontrarlo en cafeterías como el
Ingredientes
3 cucharadas de mantequilla de maní
2 rebanadas de pan blanco
1 plátano pelado y cortado
3 lonchas de bacon frito
1 cucharada y media de mantequilla
Preparación
Esparce la mantequilla de maní en un lado de ambas rebanadas de pan y coloca el plátano y el bacon dentro. Cubre el exterior del sándwich con la mantequilla y dóralo en una sartén. En unos 4 minutos la mantequilla de maní estará derretida para lograr la consistencia del Rey. Se puede decorar con azúcar glass.