La pandemia por Covid-19 ha sido larga y desgastante en todos los sentidos para nuestro tiempo. Con el avance de los programas de vacunación en el mundo, las celebraciones y relajación de medidas no se han hecho esperar. Más ahora que la población más joven (18 a 39 años) en México está próxima a ser vacunada en la frontera norte, la pregunta está ahí: ¿puedo beber alcohol si me vacunan contra el Covid-19?
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Aunque aparece la pregunta más recurrente para un médico tras recetar algún medicamento o inyección, ”doctor ¿pero si voy a poder tomar?”. La cuestión es muy normal, pasa con otros males, pero tratándose de Covid-19, ¿el alcohol podría interferir con tu respuesta inmunológica?
Para responder esto de inmediato solo se puede decir: depende de tu consumo.
Dados las recientes observaciones de respuesta del cuerpo ante el consumo de alcohol, no existe una evidencia clara de que una vacuna sea menos efectiva a partir de este hecho. Por otra parte, otros análisis han mostrado que, a largo plazo, el consumir alcohol de forma moderada podría ser beneficioso para el sistema inmunológico y hasta reducir la inflamación.
Tratándose del consumo excesivo de alcohol, con efectos a largo plazo, esto definitivamente tiene efectos en la respuesta inmunológica y a su vez tener efectos en la capacidad de la vacuna en el organismo, según expertos consultados por The New York Times.
Llegan a pasar semanas hasta que el organismo genere niveles protectores de anticuerpos contra la enfermedad, por lo que este factor puede ser un motivo de alerta en la efectividad de la vacuna.
Los estudios que comparte la CDC de Estados Unidos (Centro para el Control y Detección de Enfermedades), se le denomina “trago” a la unidad de consumo de alcohol mínima según el tipo de bebida ingerida.
Un trago equivale a lo siguiente:
355 mililitros de cerveza (con 5 % de contenido de alcohol.
236 mililitros licor de malta (con 7 % de contenido de alcohol).
147 mililitros de vino (con 12 % de contenido de alcohol).
44 mililitros de licor destilado de 80 grados (con 40 % de contenido de alcohol) (por ejemplo, tequila, mezcal, sotol, ginebra, ron, vodka o whisky)
Se considera un exceso si una persona ingiere en una sola ocasión 4 o más “tragos”, en el caso de las mujeres y 5 o más bebidas alcohólicas en el caso de los hombres.
Para una persona el consumo de más de 8 y 15 tragos de forma semanal, puede tener efectos contraproducentes en la salud de las mujeres y los hombres respectivamente.
"Si realmente es un bebedor moderado, entonces no hay riesgo de tomar una copa en el momento de su vacuna", comentó Ilhem Messaoudi, director del Centro de Investigación de Virus de la Universidad de California. “Pero sea muy consciente de lo que realmente significa beber con moderación. Es peligroso beber grandes cantidades de alcohol porque los efectos en todos los sistemas biológicos, incluido el sistema inmunológico, son bastante graves y ocurren con bastante rapidez después de salir de esa zona moderada".
Las contraindicaciones hacia el consumo de alcohol es la ya conocida “cruda” o resaca, lo que ocasiona incrementar las sensaciones de malestar que puede producir la vacuna antiCovid que puede manifestarse como fiebre, malestar o dolores corporales, y eso no será nada cómodo, mencionó el doctor Hewlett del Centro Médico de la Universidad de Nebraska. El médico Hewlett optó por no consumir alcohol luego de recibir la vacuna, sin embargo, la invitación al consumo razonable es lo ideal para este momento. Ese brindis por la vacuna antiCovid tendrá que esperar.
