La Revolución Industrial trajo consigo el mayor crecimiento económico de la historia de la humanidad, pero también otras necesidades. La nueva era alumbró el nacimiento de la producción fabril en línea, de los grandes viajes trasatlánticos, de los primeros vuelos, conquistas todas ellas que para poder desarrollarse dependían de la idea de precisión, el concepto que iluminó a Léon Breitling para fundar en 1884 su compañía homónima. Porque fue la precisión, y su aplicación a rubros tan diferentes como la medición del tiempo, la velocidad, la frecuencia cardíaca, el sonido y todo aquello susceptible de medirse con un cronógrafo de bolsillo, la que definió la vida del emprendedor suizo.
Breitling: Catorce décadas de precisión en relojería
De esa pasión, y de la necesidad de adaptar la tecnología de los relojes al advenimiento de los nuevos artefactos tecnológicos, surgió en 1915 el primer cronógrafo de pulsera con pulsador independiente, una revolución para la incipiente industria de la aviación, que ya jamás volvió a utilizar los relojes de cadena, engorrosos para el arte del pilotaje.
Los tres modelos saldrán a la venta en un exclusivo estuche de madera con forro de ante que incluye un cajón y una bolsa de viaje extraíble y todos los propietarios recibirán una edición del libro Breitling: 140 Years in 140 Stories, de la editorial Rizzoli, en el que se repasa el ingente legado de la marca.
Más tarde llegaron otros hitos para la casa, como la patente, en 1934, de un reloj con un segundo pulsador independiente –complicación que acabaría por definir la forma del cronógrafo moderno–, el codesarrollo en 1969 del primer calibre de cronógrafo automático del mercado o el lanzamiento de los modelos Premier, Navitimer y Chronomat, símbolos de la casa desde entonces y protagonistas de uno de los momentos clave de 140 Years of Firsts, la iniciativa con la que Breitling celebra durante todo este este año el 140º aniversario de la fundación de la casa relojera.
“Las colecciones Premier, Navitimer y Chronomat son las que tienen más repercusión en la historia de Breitling”, comentó Georges Kern, CEO de Breitling. “No podíamos elegir solo uno”.
Cada uno de los relojes contará, además, con la incorporación del Calibre B19, el primer movimiento de cronógrafo con calendario perpetuo y fase lunar, detalle que se suma a otros más espectaculares, como el rotor de oro macizo del movimiento decorado con un grabado de la manufactura de Breitling en Le Chaux-de Fonds, en Suiza; el oro rojo macizo de 18 quilates y la correa piel de cocodrilo negra del Premier B19 Datora 42 140th Anniversary, el reloj que sacó el cronógrafo de la cabina de los aviones para introducirlo en sociedad; la esfera de oro rojo de 18 quilates del Navitimer B19 Chronograph 43 Perpetual Calendar 140th Anniversary, el primer reloj para pilotos que combinaba un cronógrafo con la regla de cálculo circular para llevar en la muñeca, o las inserciones de cerámica del Super Chronomat B19 44 Perpetual Calendar 140th Anniversary, que hizo su aparición en 1983 como reloj oficial del Frecce Tricolori, el escuadrón acrobático italiano.