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Breguet: el tiempo al vuelo

La cuarta generación de los Type XX de Breguet condensan 7 décadas de historia ligadas a la exploración de los aires. Estuvimos en París para descubrir todos los detalles sobre su diseño.
dom 29 octubre 2023 10:47 AM
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La esperada cuarta generación de los Type XX fue presentada en París el pasado mes de junio.

A lo largo de la historia de la humanidad, la conquista de los cielos y el deseo de surcar los aires han sido motores que han dado origen a invenciones que hoy nos siguen asombrando. El Museo del Aire y del Espacio, localizado a las afueras de París, es uno de esos lugares de descubrimiento en el que los amantes de la industria aeronáutica pueden ser testigos de la evolución de esos artefactos que han permitido al hombre materializar sus sueños de volar para lanzarse, incluso, a la exploración del espacio.

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Entre esas proezas de la ciencia y la ingeniería destacan dos Concorde, los aviones que desde finales de los 70 y hasta principios de este siglo transportaron a miles de pasajeros a velocidades que superaban la barrera del sonido. Esbeltas y cargadas de nostalgia, estas aeronaves reciben en su interior a los visitantes intrigados por recrear la experiencia de viajar de París a Nueva York en tres horas y media. Pero si uno presta atención más allá de la cabina de pasajeros y se interna en la de los pilotos, puede hacer algunos otros descubrimientos interesantes, como un cronógrafo Breguet integrado en su panel de instrumentos.

Los archivos de esta casa relojera muestran que, desde la década de los 30 una gran cantidad de sus productos “especiales” eran diseñados y producidos para cumplir con los requerimientos técnicos y adaptarse a las condiciones particulares del entorno aeronáutico. Acciones como medir el tiempo, cronometrar la duración de vuelos intermedios, controlar el consumo de combustible, tomar rumbos y realizar maniobras requerían instrumentos sumamente precisos y fáciles de manejar, por lo que los cronógrafos de a bordo y, posteriormente los de pulsera, se convirtieron con el paso del tiempo en algunas de las creaciones más reconocidas de Breguet entre pilotos y tripulantes.

A principios de los 50, Breguet se enteró de que el Ejército del Aire francés quería dotar a sus pilotos de cronógrafos de pulsera y decidió competir para ser una de las empresas que obtuviera uno de los contratos de fabricación. En 1952, Breguet presentó sus prototipos del Type XX, nombre que el ministerio había dado a los relojes, cuya aprobación llegó en 1953 acompañada de un pedido de 1,100 piezas que se entregaron entre 1955 y 1959 y que tenían que cumplir con las siguientes especificaciones: esfera negra con números y agujas luminiscentes, un movimiento de alta calidad resistente a los cambios de presión y aceleración, un bisel giratorio y, por supuesto, una función de flyback, por mencionar solo los más importantes. Estas adquisiciones se harían a través de contratos públicos, pero las marcas seleccionadas tenían la posibilidad de vender estos mismos modelos a compradores privados. Fue así como nacieron los Type XX tanto militares como civiles.

En años posteriores, llegaron más pedidos de organismos como el Centro de Ensayos en Vuelo o la Marina francesa, por lo que su reputación se extendió más allá de las esferas del gobierno, conquistando de paso a aficionados y coleccionistas. Con variaciones en tamaños, materiales y colores, las décadas siguientes fueron testigos de la aparición de la segunda y tercera generaciones de los Type XX hasta que en 2023 llegó una cuarta generación que deja claro el compromiso de la maison por seguir combinando innovaciones contemporáneas con nuevas interpretaciones de su pasado. Cuatro años de trabajo en la manufactura localizada en L’Orient, en el Valle de Joux (Suiza), fueron necesarios para desarrollar el nuevo calibre, un movimiento de cronógrafo automático con rueda de pilares y embrague vertical que también incorpora la función flyback.

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La piloto de pruebas Jacqueline Auriol fue la primera mujer en poseer un cronógrafo Breguet Type XX.

Las dos nuevas versiones del Type XX son decididamente vintage, pues han tomado elementos estéticos de los primeros modelos creados en los años 50. El Type XX Chronographe 2057 – que hace referencia a las piezas militares–cuenta con una caja, esfera, bisel sin graduar y manecillas que nos transportan al pasado. Sin embargo, su diámetro de 42 mm, el indicador de fecha localizado entre las 4 y las 5, el fondo de caja transparente y su movimiento son resultado de las tecnologías más modernas.

La segunda versión, el Type XX Chronographe 2067, sigue la tradición de las piezas de uso civil con un contador de 12 horas a las 6 de la tarde y un bisel giratorio graduado. El nuevo capítulo de esta historia dio comienzo con una gala celebrada en el Petit Palais parisino que fue encabezada por Lionel a Marca, CEO de la maison, quien aprovechó para recalcar los fuertes vínculos que desde la posguerra han unido a Breguet con el mundo de la aviación. A final de cuentas, estas piezas son la prueba de que los más altos niveles de precisión y rigor técnico jamás estarán peleados con los anhelos más profundos de los hombres.

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