Los relojes de la familia Pelagos de Tudor se caracterizan por su marcado espíritu técnico dedicado a los buzos profesionales. El Pelagos FXD o el Pelagos LHD(ambos, en cajas de 42 mm) son claros ejemplos de esto; sin embargo, esta vez sus creadores decidieron otorgarle un uso más cotidiano y versátil con la llegada de Pelagos 39, que no por ello deja de ser interesante en términos mecánicos.
Tudor: en mar y tierra
Comencemos por la caja de acero que, como su nombre lo dice, es de 39 mm, generosa y con perfecta lectura de las horas y los minutos. Destaca su bisel giratorio unidireccional terminado en titanio de grado 2 con un disco de cerámica con acabado satinado que ofrece un revestimiento luminiscente, perfecto para una buena referencia del tiempo bajo el agua.
La carátula es de color negro satinado acompañada de marcadores de la hora creados en un compuesto de cerámica monobloque luminosa, que refuerzan una lectura fácil.
Es importante mencionar que como todas las piezas de la colección Pelagos, las manecillas son de tipo “Snowflake”, introducidas en 1969 y revestidas con Super-LumiNova de grado X-1 Swiss.
El calibre, por su parte, es el MT5400 certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), con espiral de silicio y reserva de marcha de 70 horas que alcanza una variación de -2/+4 segundos de precisión.
Para enfatizar la versatilidad de la pieza, sus creadores la han dotado de un brazalete de titanio con cierre Tudor T-Fit (ajusta hasta 8 mm) y una segunda correa negra de caucho, con un cierre de hebilla de titanio. Perfecto para llevarse con un esmoquin o un traje de buceo.