
“México es un mercado muy importante para la relojería dentro de Latinoamérica. Los clientes que encontramos aquí son muy consistentes con la marca y la conocen profundamente. Ellos buscan cosas en las que probablemente otras personas no se fijan y también las aprecian, sean los movimientos, el diseño, la artesanía o la originalidad”, aseguró Alexander Schmiedt, presidente de las Américas de la marca, al profundizar sobre los motivos que llevaron a la marca a tomar esta decisión. “Tenemos una estrategia de distribución muy selectiva y creemos que menos es más. Nuestro principal objetivo más allá de vender relojes es permitir a los amantes de la relojería disfrutar de la experiencia de Vacheron Constantin”, añadió.

La boutique está dominada por la cruz de Malta que es símbolo de la casa y el color rojo. El espacio fue concebido para recibir a los amantes de la alta relojería y permitirá a los adeptos de la marca elegir con la mayor privacidad sus piezas favoritas de colecciones insignia como Patrimony, Traditionnelle, Overseas y Fiftysix, así como piezas femeninas de la colección Égérie. “Tenemos una espectacular selección de piezas en esta boutique. Están por ejemplo una pieza de muy alta complicación, el Traditionnelle Tourbillon Cronógrafo monopulsador; tenemos calendarios perpetuos increíbles para hombre como el Patrimony Calendario Perpetuo con esfera azul –un reloj que hacía meses no veía en persona–; piezas como el Traditionnelle Calendario Perpetuo para mujeres y algunas otras como el American 1921, uno de los relojes más icónicos de la marca que al día de hoy es muy complicado hallar en las boutiques”, explicó Schmiedt.