La firma con sede en Le Locle, Suiza, nos deleita con un reloj ciento por ciento vanguardista, pero sin dejar de lado los 170 años de creación relojera de la firma, y es que, se pone en práctica el trabajo de esqueletado que inicia en su caja de titanio realzada por un bisel en cerámica y una corona en color negro. Sin embargo, esta pieza no pierde en ningún momento el ADN de la colección Executive con los números romanos sobredimensionados, así como las manecillas en forma de aguja.
El trabajo artesanal, por otra parte, se observa en el calibre manual UN-171 que ofrece horas y minutos coronados por la integración de un tourbillon de silicio, sello indiscutible de Ulysse Nardin , y donde todo es sujetado por un puente elevado rectangular de color negro que le ayuda a ser más enfático, cada uno de sus componentes está revestido de PVD y rutenio. Cabe mencionar que su correa de piel de lagarto posee un efecto de fibra de carbono.