La firma francesa Hermès se caracteriza por mantener vivas las técnicas artesanales, ya sea desde el uso de la piel en un bolso, hasta la manufactura en la carátula de un reloj. Y es que, después del exitoso lanzamiento el año pasado del Slim d ́Hermès, que destaca por el uso de un calibre ultradelgado y una elegante carátula diseñada por Philippe Apeloig, director de arte del museo Louvre, se distingue por utilizar un tipografía poco usual en un reloj. Esta vez, dicha pieza regresa para la reciente feria de Baselworld, creada bajo la técnica de grand feu, que básicamente se refiere a la utilización de esmalte al fuego.
Para entender esta destreza vale la pena explicar que el artesano debe afinar la carátula de un disco de cobre hasta lograr un grosor de 0.2 mm, para después colocar el esmalte blanco e introducir la carátula al horno 830 oC , esto se realiza hasta seis veces durante ocho horas para lograr el color blanco intenso de su caja. El calibre al interior de esta es el H1950 con un grosor de 2.6 mm y una reserva de marcha de 42 horas.
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