Omega y sus piezas olímpicas
Testigo de 27 justas olímpicas desde 1932, Omega es hoy sinónimo de cronometría de calidad superlativa, y es que además de ser patrocinador deportivo, también proveen de desarrollo tecnológico para dar la medición perfecta cuando se trata de centésimas de segundo y dónde el entrenamiento de los deportistas marca la diferencia entre una medalla de oro y una de plata. En esa tradición Omega ha creado tres piezas, cada una con el sello y colores olímpicos.
La famosa acera de Copacabana con sus líneas ondulantes fue el motivo a inmortalizar en la carátula del Seamaster, mientras que los colores de los aros se colocaron en el bisel, haciendo más enfático cada uno de los patrones de inmersión. Su corazón es Omega 2500 con cronómetro automático y por supuesto, escape Co-Axial que ofrece una reserva de marcha de 48 horas. Mientras que la caja de acero posee el logotipo de “Río 2016”, así como el número de esta edición que se limita a 3016 ejemplares.
Omega Seamaster Bullhead “Río 2016”
Con sólo 316 piezas disponible, este reloj rinde homenaje al golf, deporte que por tercera vez es incluido en las Olimpiadas. Hay que mencionar que la caja se creó al estilo bullhead (cuernos de toro en ingles) y que se caracteriza por tener los contadores del cronógrafo en la parte superior, en lugar de en la parte lateral. En su carátula, también se han usado los colores de los aros olímpicos, mientras que la correa es de color azul con negro, amarillo, rojo y azul.
Omega Speedmaster Mark II "Rio 2016"
Un clásico de la marca suiza que nació en 1969 y que se renovó en 2014, llega esta vez para engalanar la colección olímpica. Su caja aerodinámica de acero con una dimensión de 42.4 x 46.2 mm ofrece el movimiento automático Omega 3330 y reserva de marcha de 52 horas. Además los contadores del cronógrafo se han decorado en oro amarillo, bronce y plata, en clara alusión a las medallas.
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