Un esmaltado de aniversario
Nacido como el relojero de los cronómetros marinos en 1846 se ha mantenido vigente gracias a las innovaciones técnicas como el regulador astronómico, a principios del siglo XIX, y más recientemente por ser uno de los pioneros en el uso del silicio en sus movimientos. Este año y para celebrar sus 170 años de fundación, la manufactura con sede en Le Locle ha lanzado una elegante pieza que tiene como principal característica el uso del esmaltado en su carátula, este es de tipo Grand Feu o gran fuego en francés, debido a que la técnica requiere del uso de altas temperaturas. Al interior descansa un calibre automático UN-320 que incluye una espiral de silicio y un escape de ancora. La edición es limitada a 170 piezas.
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