El cronógrafo es una de las complicaciones más funcionales, ya que se encarga de medir intervalos de tiempo y se usa mucho en las actividades deportivas. Esta vez la marca Bulova que se encargó de crear el primer reloj electrónico en los cincuenta, tuvo la valiente idea de integrarle al cronógrafo la singular forma curva.
Esta nueva silueta le permite al reloj adaptarse de manera sencilla a la muñeca, sumado a que también su movimiento de cuarzo está así fabricado. 12 ejemplares diferentes se han creado para esta nueva colección Curv de Bulova que deja ver en su carátula un trabajo de esqueletado en sus contadores, mientras que la caja y el broche desplegable es de acero y titanio, y la correa por su parte es de caucho en color negro.
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