¿Ya conoces a esta marca suiza de alma latina?
Su historia comenzó en Cuba y su nombre se debe a una de las pocas joyerías existente en la isla antes de la caída de la dictadura de Fulgencio Batista en 1959. El prestigio que logró le permitió plasmar en las carátulas de los relojes que importaba, su nombre Cuervo y Sobrinos – del mismo modo que Cartier y Tiffany & Co lo hicieron–. Una vez que la época de auge terminó la joyería desapareció, y no fue hasta el 2004 que la marca regresó bajo la dirección de Marzio Villa, pero esta vez con una manufactura ciento por ciento suiza y con sede en la ciudad de Lugano, desde donde crean piezas como el Historiador Vuelo con una caja robusta cual habano, de 44 mm. En su interior descansa un calibre CYS 8120, de base Dubois-Depraz 30342. No hay que perder detalle de su carátula creada en marfil y con agujas luminiscentes.
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